Las reliquias del Beato Mamerto Esquiú pueden visitarse desde este martes
Desde este martes, la Parroquia San Lorenzo Mártir exhibe reliquias del Beato Mamerto de la Ascensión Esquiú, ofreciendo a la feligresía y a los visitantes la posibilidad de acercarse a objetos que trascienden lo material, conectando con la memoria religiosa y nacional de una figura central en la historia argentina.
El párroco Fernando Pereyra explicó: “Aquí tenemos una reliquia, el huesito, una reliquia de primer grado, porque es del beanto. Además, la imagen, el busto, que son de tercer grado, porque ha sido tocado y bendecido por la reliquia de primer grado, y la tierra también”, detalló en diálogo con SINTESIS.
El relicario y los objetos se suman al manto usado por Esquiú, conseguido por los franciscanos, que representa otra reliquia de tercer grado. El recipiente con tierra procede directamente de Piedra Blanca, la casa natal del beato.
Pereyra también narró los gestos administrativos necesarios para traer estos objetos: autorizaciones del arzobispado de Córdoba, retiro personal de las reliquias, y la colaboración de fieles de la comunidad parroquial, docentes y miembros de órdenes franciscanas.
La exposición se complementa con una reseña histórica, un banner que relata episodios de la vida del Beato Mamerto: sus primeras acciones, su labor pastoral, su ordenación episcopal en Córdoba; y el hecho de que sus restos se guardan en Catamarca.
Además hay un hecho destacado: Esquiú visitó la parroquia San Lorenzo Mártir en dos oportunidades, en 1876, cuando permaneció unos 15 días y en 1880 cuando lo hizo cerca de un mes. “Estuvo dos veces, predicó, celebró la misa y habló desde el púlpito como lo hacían los frailes de entonces”, destacó el Padre Fernando.
En cuanto al culto y apertura al público, el templo queda accesible para visitar las reliquias diariamente en dos horarios: por la mañana, de 10 a 12; y por la tarde, desde las 18 hasta el término de la misa. Pereyra señaló que esta iniciativa busca “mostrar las reliquias, exponer su vida y también darle una pequeña estampa a la gente para que rece, para motivar”.
Además, se planea la consagración del altar parroquial en el transcurso del año, para lo cual se prevé colocar en el altar –como exige la tradición litúrgica– una reliquia de santo. En este caso, se estudia la posibilidad de usar la reliquia del Beato Esquiú junto con otras ya presentes en el templo pertenecientes al Cura Brochero y de Mama Antula.

Significado para la comunidad parroquial
La llegada y exhibición de estas reliquias -como dijo el padre Pereyra- es algo “cumplido”, fruto de gestiones, colaboración comunitaria y fe. Para la parroquia, representa no sólo la preservación de un legado histórico-religioso, sino también un estímulo a la devoción, un punto de encuentro espiritual para fieles, y también un modo de acercar a los jóvenes, colegios y visitantes a la historia del país y de la Iglesia.
Que un altar llegue a estar consagrado con reliquias de un beato argentino que predicó y celebró en ese mismo lugar refuerza la identidad de la parroquia y de su comunidad.
Así, se invita, entonces, a todos los vecinos y vecinas a recorrer este espacio, a rezar, a contemplar las reliquias y a profundizar la figura de Esquiú, no solo como beato, sino como un hombre de Iglesia comprometido con la fe, la justicia, la enseñanza y la unidad nacional.
“Hoy estamos viviendo una verdadera misión: la apertura del templo para dar a conocer y profundizar sobre la vida de Fray Mamerto Esquiú, quien estuvo aquí, fue franciscano y, Dios mediante, será el próximo santo argentino. Para nuestra comunidad, esto representa una enorme puesta en valor del templo”, expresó el padre Pereyra.
Por último, destacó que "en este lugar custodiamos el mausoleo de Catalina Echeverría de Vidal, y también los de dos gobernadores, Freyre y Servando Bayo. Aquí descansan además algunos de los primeros pobladores, como Nasario Palacios y la familia Martínez. Por eso, tener hoy un pedacito de este beato entre nosotros es algo profundamente significativo”, concluyó.

Breve perfil: vida y legado de Mamerto Esquiú
Para entender la importancia de estas reliquias, conviene recordar quién fue Mamerto de la Ascensión Esquiú:
Nació el 11 de mayo de 1826 en Piedra Blanca, provincia de Catamarca. Ingresó muy joven a la Orden Franciscana de Hermanos Menores; profesó los votos religiosos de pobreza, obediencia y castidad.
Fue sacerdote, docente, periodista, legislador, predicador y finalmente obispo de Córdoba desde 1880 hasta su muerte, el 10 de enero de 1883, en El Suncho, Catamarca.
Su Sermón de la Constitución (1853) lo consagró como “el orador de la Constitución”, por su defensa de ese texto fundacional argentino, su pedido de unidad y respeto a la ley.
Fue declarado Siervo de Dios en 2005, Venerable en 2006, y beatificado el 4 de septiembre de 2021 por decisión del Papa Francisco, tras el reconocimiento de un milagro atribuido a su intercesión.