Revela que tras la histórica bajante del río Paraná, aparecen los caños por los cuales las empresas de la región vierten líquidos contaminantes a las aguas.
El Instituto Soberanía realizó un relevamiento de la ribera del río Paraná y presentó un mapa con la ubicación de los caños por los cuales empresas de la región vierten “millones de litros diarios de desperdicios”, junto con fotos y un documento con los resultados de las mediciones de muestras tomadas en su caudal.
El informe parte de las preguntas que hizo el diputado y referente del Instituto Soberanía, Carlos del Frade, en la Legislatura Provincial en agosto de este año, mediante la presentación de un pedido de informes que aún no fue respondido.
“¿Qué residuos industriales y cloacales se vierten en el río Paraná? ¿Tienen un tratamiento previo? ¿Qué controles se realizan sobre el tema? ¿Cuántos de eso caños por donde se vierten todo tipo de residuos están aprobados legalmente? ¿Existe un periódico intercambio de información entre los gobiernos nacional, provincial y municipales sobre los materiales que vierten las empresas ribereñas? ¿Existe un registro de multas o medidas tomadas en contra de las descargas de materiales tóxicos al río Paraná? ¿Por qué la información relacionada a este tema no es pública o de fácil acceso, siendo que el río es un bien común?”, preguntó el legislador.
El estudio del Instituto Soberanía fue presentado en el auditorio de Empleados de Comercio de Rosario por un panel compuesto por Mariela Scocco, directora del Instituto; Germán Mangione, periodista y miembro del equipo de investigación; Mercedes Meier, diputada provincial mandato cumplido y el periodista, diputado y miembro del Instituto, Carlos Del Frade.
“Desde el Instituto Soberanía dimos comienzo a este trabajo convencidos y convencidas de que los bienes comunes, como el caso de nuestro amado río Paraná, deben tener un control y un cuidado que pongan el centro en el interés colectivo y no quedar a merced de los intereses particulares, y mucho menos de algunos poderosos grupos económicos de la región”, aseguraron.
Caños al descubierto por la histórica bajante del Paraná
En su introducción, el informe señala que “desde hace por lo menos dos años, el nivel del río viene descendiendo hasta llegar a un pico histórico de bajante este año”, por lo cual “en julio pasado el Gobierno declaró la ‘emergencia hídrica’ por 180 días en la región de la cuenca del río Paraná”.
Pero además de los problemas ambientales, logísticos y de aprovisionamiento de agua, la bajante dejó al descubierto otra cosa: “decenas de caños por donde se vierten desechos al río que con los niveles normales estaban bajo el agua, ocultos a la mirada pública y lo que es aún más grave, al control”.
Los caños “enemigos ocultos”
A partir de esta situación, desde el Instituto realizaron una serie de recorridas aéreas y por agua de las riberas santafesinas en el trayecto que va desde Villa Constitución hasta Timbúes para documentar los desagües pluviales, cloacales e industriales que desembocan en el Paraná.
“El domingo 15 de agosto de 2021 sobrevolamos en avioneta durante casi una hora y media el litoral del río Paraná entre Villa Constitución y Timbúes. Allí pudimos tomar imágenes que demuestran los cambios de color que se producen entre los efluvios de las empresas asentadas en la costa y el contacto con el agua del Paraná”, aseguran.
En ese proceso, y con dos viajes en lancha los días 5 y 19 de octubre, “también pudimos tomar muestras, y estamos realizando los análisis necesarios para determinar los componentes de estos residuos y en qué proporción contaminan nuestro río”, contaron y advirtieron que algunos de los resultados preliminares “son alarmantes”.
“Los desagües en algunos casos son obras regulares, en otros casos chorrean directamente desde la barranca, se pueden observar caños, vertientes de cemento y hasta verdaderas cataratas de desechos”, destacaron y detallaron que durante la recorrida lograron contabilizar “cerca de 75 vertientes industriales y cerca de 25 cloacales”.
Los desagües cloacales
“Diariamente se calcula que se descargan en el Paraná cerca de 400 millones de litros de agua servida sin tratar (cloacal) en Rosario y gran Rosario. El Paraná, que por segundo transporta en promedio 17 mil metros cúbicos de agua (17 millones de litros), tiene en ese caudal, y en la microfauna y microflora que lo habita, la capacidad de depurarse “naturalmente” y evitar niveles de contaminación que puedan ser insostenibles ambientalmente. Sin embargo, hoy con la bajante histórica ese caudal se redujo a menos de la mitad, unos 7 mil metros cúbicos”, señala el informe del Instituto.
Por otro lado, sobre el control de las empresas que vierten sus desechos a las cloacas constataron que “por fuera de los desagües cloacales y pluviales, decenas de empresas vuelcan residuos industriales al río. Entre las que pudimos observar y documentar se encuentran: Acindar, ADM Arroyo Seco, Dreyfus General Lagos, Cargill general Lagos, Basf, Maltería Boortmalt, Cargill Punta Alvear, Paladini, Swift, Matievich, Unidad 6, Terminal Puerto Rosario, Celulosa, Yeruva S.A., Fabricaciones Militares, Molinos, Vicentín, A.C.A, Axion Energy Destilería, YPF Destilería, Bunge, YPF Fertilizante. Cofco ( ex Nidera), Cargill, Arauco Argentina, Terminal 6, Alumbrera, Profertil, AGD, COFCO Timbúes, Dreyfus Timbúes, Renova, Central Termoeléctrica Vuelta de Obligado y Central Termoeléctrica General San Martín”.
El estado admite que no controla
A pesar de esta grave situación el propio Ministerio de Ambiente y Cambio Climático de Santa Fe admite que “menos del 1% de las industrias tienen el Certificado de Aptitud Ambiental vigente en la provincia”.
Otro informe que aporta preocupación en ese mismo sentido es el que realizó en conjunto la Dirección de Sustentabilidad de la Facultad de Ciencias Económicas de la UBA y el Observatorio de la Universidad Nacional de Rosario (UNR), según el cual “solo el 10% de las empresas tratan de manera adecuada sus residuos industriales, en lo que va de 2021”.
Según el informe las tres principales causas que contribuyen a que las generadoras de residuos peligrosos no realicen una correcta gestión y tratamiento se debe a “la falta de control y sanción por parte del Estado, la falta de conciencia ambiental y la competencia desleal en el sector de los generadores de residuos, ya que al disponerlos de manera ilegal descargan este costo en la sociedad”.
Resultados de las muestras
“Ante esta situación, de total desidia estatal y empresarial, decidimos documentar y tomar muestras de lo que sospechábamos (y confirmamos preliminarmente) es un ataque abierto y diario a nuestro ambiente y nuestro Paraná por parte de la gran mayoría de las empresas privadas asentadas a la vera de nuestro río”, expresan desde el Instituto Soberanía.
En el recorrido realizado por el equipo desde Villa Constitución hasta Timbúes “tomamos algunas muestras de líquidos vertidos por las decenas de caños que asoman en nuestras barrancas, muchos de ellos hoy a la vista solo por la bajante histórica del Paraná. A estas muestras las analizamos y descubrimos lo que sospechábamos: la mayoría de los efluentes industriales sobrepasan los parámetros ‘normales aproximados’ de contaminantes que se pueden encontrar en el Paraná, con presencia de Coliformes”, revela el informe.
Si bien los resultados son preliminares, “es concluyente el daño que estos residuos sin tratar (o mal tratados) hacen al medio ambiente y a la salud humana”, señalaron y destacaron que “muchos de estos caños y desagües se encuentran cerca de las tomas de agua de las ciudades de la región, pero también donde miles de santafesinos y santafesinas pescan, se bañan o utilizan el río para esparcimiento”.
“La falta de control por parte del Estado se puede constatar no solo en la impunidad con que las empresas contaminan, en cualquier momento, a plena luz del día, sino que en las recorridas realizas pudimos observar la ausencia total de entes oficiales en el Paraná que ha quedado en manos de las empresas en su mayoría extranjeras”, concluyeron.