“Devuélvanme el corazón”: enfurecido, destrozó con un hacha una clínica de Ushuaia

    “Devuélvanme el corazón”: enfurecido, destrozó con un hacha una clínica de Ushuaia

    El agresor amenazó a médicos y aseguró a los gritos que le habían robado el corazón y otros órganos. El momento del ataque quedó filmado.

    El agresor amenazó a médicos y aseguró a los gritos que le habían robado el corazón y otros órganos. El momento del ataque quedó filmado.

    Un hombre con un hacha de gran tamaño provocó destrozos en el principal sanatorio privado de la ciudad de Ushuaia hasta que la policía local logró reducirlo y detenerlo. El atacante, que aparentemente habría sufrido un brote psicótico, causó cerca de un millón de pesos en daños, aunque no hirió a ninguna persona

    El incidente ocurrió en la noche del miércoles cuando el agresor, identificado como Pablo Moreyra, de 30 años de edad, entró al Sanatorio San Jorge de la capital fueguina por el sector de guardia ubicado sobre la calle Onachaga, con un bolso. "De repente sacó un hacha del bolso y empezó a pegarle a los monitores de las computadoras y a los paneles vidriados de las ventanas", relató el director médico de la clínica, Jorge Sagardía.

    "Gritaba incoherencias, como que le habían sacado el corazón, que se traficaban órganos, que la madre se había contagiado de cáncer", detalló Sagardía, en diálogo con Radio Nacional.

    Si bien en el momento del episodio había pocas personas en el lugar, tanto los pacientes como los empleados comenzaron a correr por el edificio para esconderse del agresor. "Salí del consultorio y me encontré con gente que corría por todos lados. Este hombre me vio y empezó a seguirme. En el camino seguía rompiendo vidrios del sector de diagnóstico por imágenes. Me refugié en la dirección y rompió la puerta. En ese momento entró la policía y lo detuvo", recordó el director.

    También explicó que el agresor habría tenido un "brote psicótico" y que en el medio de las incoherencias que gritaba hacía alusión a "cuestiones políticas" y nombraba a funcionarios nacionales.

    "No era un paciente habitual de la clínica. Se había atendido por última vez hace siete años. Lo que ocurrió fue realmente desagradable", completó el director del sanatorio, que además destacó que es la primera vez que sucede un hecho de estas características.

    Fuentes del establecimiento médico calcularon que el agresor produjo destrozos materiales por cerca de un millón de pesos, aunque no hubo heridos. Las manchas de sangre que dejó en los pasillos correspondían a sus propias lastimaduras producidas al momento de romper los vidrios.

    Tras el ataque, la clínica San Jorge, principal prestador médico privado de Ushuaia, tuvo que cerrar por unas horas la atención en el sector de guardia y derivar pacientes al hospital público de la ciudad.

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