Bomberos lograron extraerla sin que sufriera lesiones. La liberaron en la zona rural del oeste de San Lorenzo.
Desde la central de emergencias 911 alertaron a la Agrupación de Bomberos Zapadores, poco antes de las tres de la tarde de este martes, para que se dirigieran a bulevar sargento Cabral al 1000 de San Lorenzo para rescatar a un animal.
Allí, una mujer, identificada como Cecilia L., les aseguró a los uniformados que había un animal en la cavidad del motor de su automóvil, estacionado en el lugar.
Los bomberos abrieron el capot del vehículo y comprobaron que había una zarigüeya atrapada entre el paragolpes y el radiador. Realizaron distintas maniobras y lograron extraerla. La colocaron en un balde y comprobaron que no estaba lesionada.
Finalmente, con la colaboración de agentes municipales del área de Sanidad Animal, trasladaron a la especie hasta bulevar Urquiza al 3000, zona oeste de la ciudad, donde la liberaron.
Algunos datos sobre la zarigüeya
La zarigüeya es un marsupial, es decir que las hembras tienen un marsupio (una bolsa en su abdomen) donde las crías se desarrollan después del nacimiento.
En general, mide entre 30 y 50 cm de largo, con una cola prensil que puede ser igual de larga, y suele pesar entre 2 y 6 kg.
Su pelaje es gris o marrón claro, con partes más oscuras en la espalda y claras en el abdomen. Su cara suele tener un patrón distintivo de bandas blancas y negras alrededor de los ojos.
Su cola es flexible y sin pelo en la parte inferior, lo que le permite agarrarse a las ramas de los árboles y utilizarla para transportarse o manipular objetos.
Es un animal muy adaptable y puede vivir en bosques, áreas rurales e incluso en ciudades alimentándose de desechos humanos.
Es principalmente nocturna y tiene una dieta muy variada que incluye frutas, insectos, pequeños vertebrados, huevos, e incluso carroña.
La zarigüeya juega un papel importante en el ecosistema, ayudando en la dispersión de semillas y el control de plagas, al alimentarse de insectos y otros pequeños animales.