La gran devaluación del año pasado significó una importante suba en el spread de los bancos.
La gran devaluación del año pasado significó una importante suba en el spread de los bancos.
Si una persona desea comprar dólares, en promedio, una casa de cambio, financiera, o banco extranjero le cobrará en promedio unos $39,35 por cada billete norteamericano.
Caso contrario, si un cliente desea cambiar sus dólares por pesos, desde el otro lado de la ventanilla le entregarán unos $37,47.
Esta diferencia es la más grande de América Latina, y corresponde a la comisión que los bancos ganan en la compra y venta de moneda extranjera. En promedio, las entidades bancarias cobran comisiones de un 4,92% más en la venta de dólares, quedando por encima de países como Uruguay y México, en donde son de unos 4,30%.
Más abajo están Colombia, con un 3,20%, Chile, con un 3%, y en último lugar, Brasil, con comisiones de apenas 0,02%.
Estas cifras surgen de un relevamiento elaborado por la Universidad Argentina de la Empresa (UADE), informe que fue publicado en los últimos meses del año, y evaluó la evolución del crecimiento de las comisiones de los bancos en diferentes tipos de operaciones durante el 2018, año con una gran volatilidad de la cotización de la moneda extranjera.
El “spread” cambiario aumentó considerablemente luego de la gran devaluación del 2018. Antes de la gran crecida del precio del dólar, estaba en un 2,46%. Luego, llegó a alcanzar los 5,14%, allá por el mes de octubre.
El término spread cambiario es la diferencia de cotización de una moneda entre su precio de venta y compra. Esta ganancia es beneficio directo del banco o entidad financiera oferente de este tipo de operaciones.
Este alto margen de ganancia de las financieras con respecto al resto de los países del continente es una expresión de la economía Argentina. En los mercados financieros, cuando hay una alta volatilidad/incertidumbre de la cotización, los bancos aumentan la diferencia entre la compra y la venta de moneda extranjera para asegurarse ganancias.