Tres décadas y media atrás, en el Estadio Azteca de la capital mexicana, Diego Armando Maradona inmortalizó el gol más recordado en la historia del fútbol.
Tres décadas y media atrás, en el Estadio Azteca de la capital mexicana, Diego Armando Maradona inmortalizó el gol más recordado en la historia del fútbol.
35 años atrás, Diego Maradona gambeteó medio equipo de la selección de Inglaterra, empujó la pelota “Azteca” al fondo de la red del Estadio Azteca de México DF, y selló no solo el triunfo parcial por 2 a 0 de la Selección Argentina, sino también el que será recordado, de allí en adelante, como el mejor gol de la historia de todos los mundiales de fútbol, y posiblemente de la historia de todo el deporte.
Aquel 22 de junio de 1986, Argentina venció por 2 a 1 a Inglaterra por los cuartos de final del Mundial de México, y exactamente a las 16:09 de esa calurosa tarde en el país centroamericano, Maradona comenzó con la corrida de 52 metros que acabaría coronando no solo quizás el triunfo más trascendental de la Selección en su historia, sino también con el que fue denominado “El Gol del Siglo”, según una votación realizada por la FIFA en la previa del Mundial de Corea – Japón del 2002.
Peter Reid, Terry Butcher, Terry Fenwick, Peter Shilton y Gary Stevens fueron los primeros testigos ingleses en presenciar la corrida de Maradona, que a pura velocidad, técnica y potrero, los eludió uno por uno en el largo pasto del Azteca, hasta empujar la pelota con un toque de zurda al fondo del arco. Jorge Burruchaga acompañó a su par la gloriosa jugada, siendo por fortuna, simplemente un participe observador.
El relato de Víctor Hugo Morales, que encabezaba la trasmisión radial para Argentina, también quedará acompañado para toda la historia como la banda sonora del registro fílmico del Gol del Siglo.
En el día de hoy, habrá diferentes manifestaciones de los relatores y las relatoras de todo el país alrededor de las 16 horas, en conmemoración al 35° del gol que todos y todos conocemos y soñamos hacer en las canchas, los patios, y las salas de cada casa del país.