Tres deportistas de la región cuentan cómo llevan adelante sus rutinas de entrenamiento, con miras a diferentes objetivos deportivos a nivel mundial.
Tres deportistas de la región cuentan cómo llevan adelante sus rutinas de entrenamiento, con miras a diferentes objetivos deportivos a nivel mundial.
Gran parte del mundo se encuentra confinado en sus hogares, esperando que la pandemia de coronavirus no se siga expandiendo y, de alguna forma, volver a la normalidad que supimos tener hace apenas unos meses atrás.
En ese marco, los deportistas no son la excepción. Atletas profesionales y semiprofesionales difundieron, en estos tiempos de cuarentena, parte de las rutinas de entrenamiento que realizan en sus hogares. En algunos casos, los deportistas se ven adaptando materiales domésticos en mancuernas y elementos de gimnasio.
Estilo de vida
En la región, el ciclista Diego Rozié, el triatleta Marcelo Arrichuluaga y la nadadora Victoria Mori, también se encuentran en esa situación.
Si bien la actividad deportiva no es el sustento económico en base al cual viven, sí es un elemento fundamental en su vida diaria. El deporte los llevó a representar al país en diferentes instancias mundiales.
“Más allá de que somos deportistas y buscamos un objetivo de competición, el deporte que llevamos es más un estilo de vida, es mi complemento, no me puede faltar diariamente”, señaló Marcelo Arrichuluaga, triatleta sanlorencino que se prepara para competir en el Campeonato Mundial de Triatlón en Hawaii, isla estadounidense ubicada en el medio del océano Pacífico, en principio, en octubre de este año.
“Por el momento se va a realizar, por eso estoy con los entrenamientos a tope y sin escatimar esfuerzos, siempre dentro de casa”, dijo Arrichuluaga. Su rutina diaria incluye entrenamientos en su bici fija, natación en la pileta, series de carrera en su vivienda en Aldao, y extensos trotes en la cinta de correr. “Dado los años que llevo de competición y entrenamiento, pude ir obteniendo medios para seguir entrenando, estoy bastante bien en ese sentido”, dijo.
“Tratamos de meter aeróbicos y formas de entrenamientos diferentes pero que suman para los músculos, que sean efectivos”, sostuvo “Machi”.
Campeón mundial
Quien también apunta a una competencia mundial es Diego Rozié, quien ya supo coronarse como el mejor del planeta arriba de su bicicleta durante el año 2019 en Manchester, Inglaterra.
El calendario de competición del ciclista sanlorencino se vio modificado por la pandemia mundial, ya que en la primera parte del año, se llevan adelante competencias de mountain bike y larga duración.
“Apunto a la temporada de pista, de agosto, septiembre, octubre y noviembre. Todas las de montaña, de largo aliento, ya las descarté: ahora apunto a todo lo que es velocidad. Ya cambié la rutina, con otro tipo de trabajos, entreno más la fuerza y la potencia para este tipo de competencias”, explicó Rozié.
Bajo la supervisión a distancia de su entrenador Guillermo Fiorella, Rozié entrena todos los días aproximadamente dos horas y media. “Cuando hago solo un turno, hago dos horas, y cuando son dos turnos, hago una hora a la mañana, y una hora y media a la noche”, detalló el ciclista.
Rozié cuenta con bici fija y máquina elíptica para realizar los trabajos más específicos de su disciplina, pero el trabajo de fuerza y potencia, al cual le dedica una hora diaria específica de su rutina, lo hace improvisando peso con elementos caseros.
“Ayer, me cargué una mochila con diez kilos de piso, hice todo trabajo 'a lo Rocky', subiendo escalares 20 minutos, y así reemplazo lo que serían unas sentadillas. Hago trabajos de carga, con peso, y que en el patio de casa lo puedo hacer, no necesito hacer 20 kilómetros corriendo, por ejemplo. También subo sillas, escaleras, 15 o 20 minutos, por nombrarte algunos ejercicios. Ayer hice una rutina de gimnasio, de más o menos una hora. Cuando terminé me subí la máquina elíptica y le di 40 minutos, y cuando terminé hice toda la parte de abdominales”, explicó minuciosamente Rozié.
Entre ceja y ceja, Rozié tiene, por el momento, y de no mediar suspensiones o postergaciones por parte de los organizadores, el Mundial de velocidad de Inglaterra, a disputarse en octubre, y ya en el mes de noviembre el Campeonato Nacional de Pista en la localidad de Rafaela.
Extrañando el agua
En Capitán Bermúdez, Victoria Mori afronta otra parte distinta a la de los atletas mencionados anteriormente en cuanto a su calendario deportivo. “La época de más competencia para mi es la de diciembre hasta principio de marzo, que estuve en República Checa, y tuve el mundial en febrero (en Eslovaquia). Cuando llegué me tomé días de descanso y ahora vuelvo a reactivar la actividad física”, dijo la nadadora especialista en aguas heladas.
Tras dos semanas de receso, Mori volvió a sus entrenamientos recién en este mes de abril. “Estoy haciendo mucho hincapié en los trabajos con tensores, que son populares para la natación. Yo tengo unos que son para reproducir lo que es la brazada. Estamos viendo para modificarlo y que pueda trabajar en la patada. Después hago entrenamientos muy cortitos, de 40, 45 minutos, compuestos por trabajos de movilidad, estiramientos, propiocepción, saltos, algo que los deportistas en Argentina nos falta bastante, la capacidad de salto, algunas sentadillas, planchas y zona media”, explicó Mori.
Por fuera de lo deportivo, la nadadora campeona del mundo usa este tiempo para “entrenar lo mental”. “Aprovecho la cuarentena para otro tipo de actividades, estudiar, sobre todo, que no viene mal. Estoy haciendo odontología y también aprovecho muchos cursos dictados por entrenadores famosos, algunos gratis, así voy informándome para tener más herramientas teóricas”, dijo.
Periódicamente, Mori se comunica con sus entrenadores, quienes le indican algunos ejercicios para realizar durante esta cuarentena, aunque para la sanlorencina, falta un elemento fundamental en su trabajo deportivo diario.
“Se extraña la pileta, la sensación del agua en el cuerpo, los compañeros de entrenamiento, pero bueno, dentro de todo lo que está pasando lo llevo bastante bien, soy consciente de que es una situación muy pero muy particular, no todos los días tenemos pandemias, así que hay que tomarlo como es. Casi todos estamos en la misma, lo único que nos queda es hacer en casa lo que se puede, con las herramientas que tenemos, trabajar áreas donde tenemos déficits, donde en la semana no le podemos destinar tanto tiempo”, concluyó.