En el marco del Día Internacional contra el Uso Indebido y el Tráfico Ilícito de Drogas el jueves 4/7, a las 17 h, en la sala “Bernardo Perrone” en Entre Ríos 510, en San Lorenzo, la casa de atención y acompañamiento comunitario “El semillero” y el movimiento “Ni un pibe menos por la droga”, proyectan una película documental “La lucha, la esperanza, un camino” sobre su trabajo con jóvenes que luchan contra la droga y las adicciones en todo el país.
El film muestra la labor que vienen realizando en la prevención y el abordaje de consumos problemáticos, a través de talleres de oficio, recreativos y deportivos, junto a equipos de salud con psicólogos, trabajadores sociales y psicólogos sociales.
“El problema de las adicciones es un tema fundamentalmente social, existe una población vulnerable que es permanentemente despojada de todo, donde la mitad de los pibes son pobres. Estamos hablando de miles que quedan fuera de las escuelas, que trabajan desde muy chicos, que sus padres nunca tuvieron laburo en blanco o viven de changas, que no tienen acceso al sistema de salud, etc. Frente a este escenario desolador y terrible, repleto de falta de oportunidades, la droga se les presenta como una salida a sus sufrimientos”, nos comenta Luciano Garnero coordinador de El Semillero. “Hoy estamos viviendo un ajuste brutal del gobierno de Milei sobre el pueblo, no nos alcanzan las manos desde nuestros lugares para dar respuesta a las demandas de los pibes. Han cortado toda asistencia alimentaria a los comedores populares, sumado a la falta de laburo de las familias, el escenario es demoledor. Desde nuestro espacio hacemos lo que podemos tratando de que los pibes construyan un proyecto de futuro”, agregaba Jemina Churruarin, referente del movimiento Ni un pibe menos por la droga.
En El semillero vienen trabajando hace tres años en la ciudad de San Lorenzo con jóvenes de toda la región, con un dispositivo ubicado en Av. San Martin 2651 Planta Alta, donde funcionan de martes a viernes de 9 h a 12 h y de 16 a 19 h con 13 talleres. La película pone el centro en mostrar que es posible un porvenir mejor para los jóvenes y que existen cientos de personas que realizan un trabajo solidario y silencioso con ese objetivo, si bien la problemática es compleja y tiene una raíz social muy fuerte, también se le puede dar pelea. La experiencia práctica de lugares como “El semillero” demuestra que si se abren espacios que le proponen a la juventud otra salida, es posible transformar la realidad en la que viven, pero tiene que haber políticas públicas firmes que vayan direccionadas en este sentido.
La entrada es libre y gratuita y está destinado al conjunto de la comunidad educativa, a agentes de salud, a profesionales, como también al publico en general.