Cada 11 de septiembre, se conmemora un nuevo aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, conocido como "el padre del aula”.
Cada 11 de septiembre, se conmemora un nuevo aniversario del fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, conocido como "el padre del aula”.
En 1943, la Primera Conferencia de Ministros y Directores de Educación de las Repúblicas Americanas, celebrada en Panamá, resolvió decretar el 11 de septiembre como Día del Maestro para todo el continente americano en honor al fallecimiento de Domingo Faustino Sarmiento, pero, también, en reconocimiento a la importancia que implica el trabajo y disposición de todos los maestros y maestras.
La resolución señalaba: “Considerando: que es actividad fundamental de la escuela la educación de los sentimientos, por cuyo motivo no debe olvidarse que entre ellos figura en primer plano la gratitud y la devoción debidas al maestro de la escuela primaria, que su abnegación y sacrificio guía los primeros pasos de nuestras generaciones y orienta el porvenir espiritual y cultural de nuestros pueblos; que ninguna fecha ha de ser más oportuna para celebrar el Día del Maestro que el 11 de septiembre, día que pasó a la inmortalidad, en el año 1888, el prócer argentino Domingo Faustino Sarmiento”.
En 1945, Edelmiro Farrell, entonces presidente de la Argentina, firmó un decreto por el cual se adoptó ese día para la conmemoración en territorio nacional.
El "padre del aula"
Domingo Faustino Sarmiento nació el 15 de febrero de 1811 en la provincia de San Juan. Se desempeñó como político, escritor, docente, periodista y militar. Además, fue gobernador de San Juan entre 1862 y 1864, presidente de la Nación entre 1868 y 1874, senador por su provincia entre 1874 y 1879 y ministro del Interior en 1879.
Entre sus principales preocupaciones, mantuvo una idea de educación pública que resultara para la época la vía de conducción del Estado argentino hacia el progreso. En este sentido, fundó escuelas, confeccionó programas de estudio y difundió avances científicos, lo que lo posiciona como uno de los precursores de la escuela moderna en Argentina.
Mientras ejerció la gobernación en San Juan, decretó la Ley de enseñanza obligatoria de la primaria. En tanto, en 1849 escribió Educación popular, una obra que inspiró la Ley de Educación Primaria Obligatoria, Gratuita y Laica (Ley 1420) promulgada bajo el mandato de Roca.