Por el profesor Ricardo N. González (*)
Historia de Puerto Gaboto: Camino al V Centenario de la fundación del Fuerte Sancti Spiritus.
La expedición de Sebastián Gaboto ha dejado huellas en la historia mundial. Mucho se ha escrito sobre ella, algunos poniendo el acento en la expansión de la España Imperial de Carlos I, otros en la diversidad de nacionalidades que la componían, hubo quienes vieron el nacimiento de nuestra nación argentina en su etapa fundacional en el solar gabotero, no faltan los que hablan de la primera resistencia indígena en América del Sur frente a la conquista española al poner la centralidad en el ataque y destrucción del Fuerte Sancti Spíritus en 1529.
Pero, leyendo detenidamente, sin pretender menospreciar interpretaciones históricas mucho más valiosas y sólidas que mi humilde opinión de lector apasionado en el devenir histórico de su región, me permito pensar en voz alta y comentar esos pensamientos sobre la existencia de armadores/financistas, pilotos de renombre y el mismo Sebastián Gaboto en relación con los intereses de la Corona Inglesa que despiertan mirando el Mundo más allá de su concepción insular.
A continuación, acercaré al lector algunos datos interesantes para pensar juntos.
“No es posible determinar quién fue el primer inglés en pisar el territorio argentino, pero si es posible determinar que los ingleses estuvieron presentes en Buenos Aires aún antes de que ésta existiese. En 1527, Sebastián Gaboto, acompañado por dos pilotos ingleses, denominó al Mar de Solís, Río de la Plata. Roger Barlow, uno de los pilotos, escribió el primer libro de geografía en el que figura el río de la Plata, en base al cual Pedro de Mendoza decide la Primera Fundación de Buenos Aires (1536)”.
En una publicación de la Universidad de San Nicolás de Hidalgo (México) del año 2000, puede verse con claridad el cambio de etapa histórica que se produce en Inglaterra. La etapa separatista, casi aislacionista, del reino insular inglés da paso a un interés por establecer vínculos con el exterior. Es precisamente en el siglo XVI cuando la nación inglesa se abre, se vuelca hacia el océano retomándolo como un medio para desplazarse y acercarse a otros territorios. Todo esto, debido a su conciencia de la existencia de América.
Tres años antes de la primera llegada de Colón a las Antillas, se firmó el tratado de Medina del Campo entre Enrique VII de Inglaterra y los reyes católicos de España, en el cual se estipulaba que tanto los mercaderes ingleses como los españoles disfrutarían del derecho de visitar, residir y comerciar en el territorio de la otra nación en las mismas condiciones que sus naturales.
El comercio hispano-inglés inició un periodo de repunte durante el reinado de Enrique VII (1485-1509). Los mercaderes británicos exportaban entonces a España tejidos de lana, trigo y otros cereales e importaban de Andalucía hierro, vinos, frutas y aceites. Los comerciantes ingleses que participaban más activamente en el comercio con España eran los de Londres, Bristol y Southampton.
Navegante. Sebastián Gaboto
Los mercaderes de Bristol llevaban sus productos directamente a España y utilizaban sus propias embarcaciones. Fue así como varias familias de los mercaderes de Bristol se establecieron en el sur de España durante las primeras décadas del siglo XVI. Fueron ellos los primeros testigos ingleses de los impresionantes cargamentos de los galeones que regresaban a Sevilla de las Indias Occidentales. Los primeros, también, en desear relacionarse y conocer aquellas tierras.
La década de 1520-1530 fue la de mayor prosperidad para los ingleses que traficaban en Andalucía. Las figuras más notables del comercio anglo- español durante esa época fueron los hermanos Thorne de Bristol, su amigo el geógrafo Roger Barlow y el mercader inglés Thomas Howell. Robert Thorne y Roger Barlow eran amigos de Sebastián Gaboto, quien en 1516 había viajado con Thomas Pert y había reconocido la región del Caribe y Circuncaribe con todo detalle. En ese nuevo escenario aparecen ciertos nombres de personas que se relacionan directamente con la expedición de Sebastián Gaboto.
“Robert Thorne patrocinó dos expediciones comandadas por Sebastián Caboto, quien al servicio de España era piloto real, cartógrafo y responsable de las instrucciones secretas para la navegación hacia las Indias. Thorne consiguió el permiso de Carlos I de España para que Caboto pasara a Inglaterra y dirigiera, en 1521, una travesía en busca de un supuesto pasaje hacia el Pacífico en las costas del noreste americano.
En 1526 Thorne pagó otro viaje al mando de Caboto para emular la circunnavegación de Magallanes-Elcano que había concluido cuatro años antes. En este viaje Thorne envió a dos ingleses amigos suyos, Henry Latimer y el geógrafo Roger Barlow. Estando en el Atlántico, quizás en el Caribe, el proyecto de la circunnavegación fue pospuesto por rumores de la existencia de un río de plata, de modo que la expedición se desvió y se dirigieron en cambio a las costas sudamericanas.
Robert Thorne y Roger Barlow pasaron a la historia no solamente por haber sido de los 'pioneros de Bristol', sino porque fueron para su momento dos visionarios y estrategas fuera de serie. Ambos consideraron seriamente la necesidad de conquistar nuevas rutas comerciales y nuevas fuentes de riqueza para Inglaterra. Hicieron ingeniosas propuestas a los dos primeros reyes de la dinastía Tudor, destacando la importancia de lanzarse hacia el oeste en busca de la colonización de nuevos territorios. Esto, después de haber vivido varios años en Andalucía y haber sido testigos del fructífero resultado para España de su presencia en América. La Geographia de Barlow y el Treatise of the Northwestern Passage fueron publicados entre 1520 y 1530 con la intención de animar al rey Enrique VIII a “abocarse al negocio del descubrimiento”. (MARÍA DE LOURDES DE ITA RUBIO: Mercaderes ingleses en el Caribe durante el siglo XVI).
Autor. Profesor Ricardo González.
En el Diccionario Canadiense de Biografías encontramos la figura destacada de Robert Thorne. ROBERT THORNE el menor (1492-1532), comerciantes de Bristol asociados con los primeros viajes a América. Su padre, de igual nombre, comerció activamente desde Bristol a España, Portugal, Islandia y otros lugares durante casi 40 años, desde 1479 en adelante. En 1501 se asoció con Hugh Eliot en la compra de un barco; en 1510 fue miembro de una comisión del almirantazgo de Bristol y fue alcalde en 1515. Murió en Londres en 1518, fue enterrado en la Iglesia del Temple y dejó dinero para la donación de una escuela primaria en Bristol.
Su hijo, Robert el Joven, también comerciante, se trasladó a Londres y luego, poco después de 1520, a Sevilla, donde vivió como factor y comerciante. Invirtió en la expedición de Sebastián Gaboto de 1526 y regresó a Inglaterra en 1531, pero murió en 1532, dejando una gran fortuna. Aquí encontramos uno de los principales financistas que tuvo Gaboto y con cuyo apoyo contó para su expedición. Eran conocidos de Bristol, Inglaterra.
Por su parte el geógrafo y piloto inglés Roger Barlow que acompañó a Sebastián Gaboto en su viaje a nuestras tierras es quien bautizó en su idioma al río de la Plata: River Plate. Sin saber que ese nombre sería tomado en Argentina por uno de los clubes más populares y se haría conocido mundialmente.
Mientras preparaba su expedición Gaboto estableció en Sevilla y en San Lúcar de Barrameda contactos con mercaderes ingleses que vivían allí. Estaba en vínculo estrecho con Robert Thorne, a quien conocía desde Bristol y a Henry Latimer (éste también estuvo en Sancti Spìritus con Gaboto) y Roger Barlow con quienes viajó de Sevilla a Bristol en 1520 para presentar al rey un proyecto de viaje hacia Asia con la autorización y aval de la Corona Británica (Quin David: Sebastian Cabot and Bristol Exploration, pag.22).
En un excelente libro llamado Comerciantes y exploradores: Roger Barlow, Sebastian Cabot y Networks of Atlantic Exchange 1500-1560 de David Dalton, podemos ver como los intereses de la Corona Inglesa y de los comerciantes de esa nacionalidad, se sumaron a la expedición de Gaboto bajo la bandera de España.
El capítulo 5, llamado "Sebastián Gaboto y su viaje en busca de las Especies", comienza en diciembre de 1524, cuando Sebastián Caboto, Robert Thorne y cinco comerciantes genoveses acordaron recaudar fondos para financiar un viaje: enviar una flota a las Molucas. El grupo estaba ansioso por encontrar un pasaje hacia la fuente de especias que fuera más fácil y rápido que la ruta de Magallanes. El viaje ejemplificó cuán enredada puede ser la historia del Atlántico. Aunque el viaje contó con el apoyo de la Corona española, fue iniciado por un consorcio genovés e inglés y contó con fondos, experiencia y mano de obra de toda Europa.
El capítulo examina las agendas contradictorias que obstaculizaron el viaje desde el principio y analiza cómo se preparó Roger Barlow, el supercargo del buque insignia. Traza el camino de la flota de abril a junio de 1526; desde que los cuatro barcos partieron de Sanlúcar, haciendo escala en las Islas Canarias antes de cruzar el Atlántico, y llegar a Pernambuco, en la costa brasileña.
El siguiente capítulo describe el viaje de Gaboto por las costas sudamericanas y sus peripecias. El encuentro/desencuentro entre Gaboto y García de Moguer junto al regreso a España de Roger Barlow como emisario de Gaboto para explicar la situación y conseguir más financiamiento. Así es posible la trama política y económica compleja que rodeó a la empresa gaboteana en 1526. No fue solo una aventura individual o de la Corona Española, sino que significó un entramado más profundo de intereses comerciales que no han sido visualizados en su totalidad.
Esta visualización permitiría entender muchas cosas, entre ellas la tensa situación que se generada en el Fuerte Sancti Spìritus entre los dos capitanes generales que coincidieron allí entre 1528 y 1529: Sebastián Gaboto y Diego García de Moguer.
Más historias en este camino a los 500 años de Puerto Gaboto.
(*) Profesor de Historia. Director del Centro de Estudios Históricos de Puerto Gaboto
Fuentes:
González Ricardo N.: Puerto Gaboto, génesis y desarrollo social del Primer Pueblo Argentino, 2014.
María de Lourdes de Ita Rubio: Mercaderes ingleses en el Caribe durante el siglo XVI.
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