“Los monos”, una especie no extinta

“Los monos”, una especie no extinta

 

En la desesperada intención de solucionar el problema de la inseguridad se está cometiendo, quizás, un error al afirmar que la violencia en Santa Fe ha bajado o está contenida. O por lo menos cuando se habla de la ciudad de Rosario, que ha sido ícono en los últimos años de violencias desmesuradas, producto de las luchas entre bandas narcocriminales.

Y si no es un error entonces es una mala intención al acreditar una merma que en la realidad no se observa tal cual dice el poder de acuerdo a sus estadísticas.

En Rosario siguen sucediéndose hechos criminales y en el radio de acción de la zona sur de la provincia se han incrementado. Valen como ejemplos los hechos ocurridos en el cordón industrial: aumento de robos y aumento de asesinatos, entre algunas oportunas balaceras. Lo que resulta una paradoja con el incremento de los patrullajes de Gendarmería y Prefectura.

La presión de esta presencia de fuerzas federales, junto con los controles de la policía de la provincia, la sienten los ciudadanos, que se ven sometidos al pedido de documentación en zonas céntricas, por donde circulan los que trabajan todos los días. Pero, puede ser que esa forma de control sirva para algo.

Integrantes de la banda rosarina "los monos"

 

Cuando la presión de las fuerzas de seguridad se hace sentir en Rosario, todos sabemos que el delito se corre hacia las ciudades aledañas, como es el caso de las que conforman el cordón industrial.

En asesinatos como el ocurrido en Puerto Gral. San Martín se habla de bandas vinculadas a los monos. En Rosario se dice que la barra brava de Newells está ocupada por “los monos” y que la muerte de “Pillín” Bracamonte de la barra de Rosario Central tiene que ver con “los monos”. Falta que digan que la provincia está gobernada por “los monos”.

¿Acaso los líderes de esa famosa banda no están tras las rejas? Entonces, quiénes son “los monos” que aparecen en cada hecho delictivo de la región.

¿O estamos ante un monopolio de la actividad criminal narco o “los monos” son tantos que siguen trabajando a destajo?

A veces (o demasiadas veces) el poder político se apura a anunciar soluciones a problemas que son viejos y complejos y de los cuales muchos forman parte de su propio entramado existencial.

Existe un juego perverso cuando se manipulan estadísticas o se intrepretan de tal modo para disminuir el impacto en la opinión pública.

El tiempo y la sucesión de hechos demostrarán hasta qué punto se dio por ganada una batalla contra el crimen organizado o si ese crimen se encuentra circulando por otros carrilles hasta ahora ocultos, hasta que nuevas situaciones lo expongan a la luz.