Imágenes y palabras

 

No es la primera vez que un funcionario político está involucrado en casos de investigados por la Justicia y muchos de ellos se dirimen en los tribunales, ya sea por investigaciones o por denuncias cruzadas de funcionarios que están sospechados de cometer delitos, insinuarlos, o están a borde de cometerlos. Las dudas siempre estarán presentes en relación a la veracidad de los hechos denunciados, porque la Justicia también está muchas veces envuelta en ilícitos y, además, porque la política argentina se ha acostumbrado a dirimir sus conflictos por la vía judicial.

Pero hay casos que sobresalen e indignan por la evidencia en sí misma, es decir, cuando tenemos acceso directo a lo que consideramos una prueba fehaciente.

Uno es el protagonizado por el presidente de la Nación, Alberto Fernández, por la primera dama, Fabiola Yáñez, y por el grupo de mamertos que se llegaron hasta la casa de Olivos a festejar el cumpleaños de Yáñez en plena imposibilidad de hacerlo durante la pandemia , debido a un decreto presidencial firmado por el mismo cónyuge de la cumpleañera.

El tema judicial ha llegado a su fin. Pero lo que más ha indignado en este caso ha sido la tonta actitud de fotografiarse y filmarse y que el presidente apareció en esa foto como el abuelo de la familia (es lo que parece por la evidente juventud de los que participaron). Al estar a la vista de todos fue inevitable el enfurecimiento de la gente. Por supuesto, el caso no tuvo una gravedad jurídica como otros de alta corrupción, pero sí tuvo una gravedad ética de dimensiones colosales.

En días asistimos a un caso menor, en el sentido de los protagonistas del hecho, pero mayor en relación a lo jurídico, en lo concerniente a la seguridad ya la crisis moral que vivimos. Y que fue el diálogo que se dio a conocer entre una madre y su hijo involucrado en una causa de narcotráfico. Una madre que en ese momento era funcionaria de la Comuna de Ricardone y tanto ella como su hijo estaban siendo investigados por la justicia, de allí el diálogo grabado el año pasado, que se conoció en estos días luego de la detención del hijo y otras personas participantes de una banda regional dedicada a la comercialización y tráfico de drogas.

La madre del joven detenido

 

Un hijo que le reclamaba poner fin a su vida de delitos, que le rogaba que lo interno porque ya no quería matar a más gente, a lo que la madre funcionaria minimizaba el hecho y le proponía calmarse para poder hacer “negocios”, “vamos a embolsarla a nosotros” le decía sin ningún tipo de reparos.

Una persona de estas características es fácilmente detectable por aquellos que tienen la obligación de velar por los intereses de los ciudadanos. Entonces, ¿qué estaba ocupando un cargo político en la Comuna?

Las imágenes y las palabras siguen siendo reflejos de las sociedades, de su progreso y de sus aciertos, y también de sus decadencias y miserias.