Este viernes, a las 19 horas, un grupo de personas se reunirá nuevamente en San Lorenzo para marchar en protesta por lo que consideran un problema creciente en la sociedad: las falsas denuncias por abuso sexual. Se movilizarán desde avenida San Martin y Moreno hasta la esquina de los bancos de bulevar Urquiza y San Martín.
A lo largo de los días, el movimiento fue ganando fuerza, impulsado por familiares y amigos que sienten que sus allegados fueron injustamente acusados y condenados, muchas veces sin pruebas claras que los incriminen. La marcha de hoy se presenta como una reafirmación de su lucha por los derechos de los hombres que, según ellos, están siendo víctimas de acusaciones sin fundamento.
Según los organizadores, las falsas denuncias tienen un impacto devastador no solo en quienes son acusados, sino también en sus familias. Hombres que, afirman, han sido separados de sus hijos y de sus seres queridos, encarcelados y, en muchos casos, sometidos a una humillación pública a través de escraches en las redes sociales y en los medios de comunicación. Aseguran que muchas veces, para poder obtener una condena más corta, los acusados se ven presionados a aceptar acuerdos abreviados, aun cuando son inocentes, para evitar pasar más tiempo en prisión.
El reclamo central de la marcha de hoy es un llamado a la Justicia para que se revise y se considere de manera más rigurosa cada caso, asegurándose de que no se condene a quienes son inocentes. También exigen mayor responsabilidad por parte de quienes hacen denuncias sin pruebas, ya que consideran que esto genera un daño enorme a la credibilidad de las verdaderas víctimas de abuso sexual.
En la protesta, se destacará que la lucha por los derechos de los hombres no debe verse como un conflicto contra los derechos de las mujeres. De hecho, argumentan que una verdadera justicia es aquella que protege tanto a las víctimas de abusos reales como a aquellos que son falsamente acusados.
Hoy, cuando se vuelva a marchar, se escucharán voces que piden no solo el cese de las falsas denuncias, sino también una revisión profunda del sistema judicial y de la forma en que se manejan los casos de abuso. En un mundo donde las acusaciones de abuso sexual son tomadas con seriedad, el reto radica en encontrar un equilibrio que permita proteger a las verdaderas víctimas sin causar daño a aquellos que son injustamente acusados.
La marcha de hoy es solo un capítulo más en una historia de lucha por la equidad y la justicia, un recordatorio de que la verdad y las pruebas deben prevalecer sobre las falsas acusaciones, y de que la justicia debe ser igual para todos, sin importar su género.