La cultura de nuestra región llora la partida del poeta y escritor Jorge Sernoqui, quien falleció el pasado martes 11 de febrero, aunque como se afirmó “su poesía seguirá iluminando el camino de quienes aman la palabra".
También autor de letras de canciones folclóricas, dibujante, diseñador, ceramista y diseñador de ropa deportiva, Sernoqui deja una prolífica obra poética que volcó en numerosos escritos publicados en libros, blogs, redes sociales y medios de comunicación.
La -también sanlorencina- artista plástica y escultora Noemí Vivas, referente de “Artistas sin Fronteras”, le dedicó una sentida despedida en nombre de ese movimiento internacional, calificándolo como un “insigne poeta” y destacándolo como “compañero en el arte, gran amigo, noble y altruista como nadie”.
Como suele ocurrir con los grandes artistas, su desaparición física no hace más que agigantar su figura por medio de su obra, que lo trasciende.
En su cuenta de Facebook, publicó el pasado 26 de enero uno de los poemas que forman parte del libro “Me dicen santafesino”, que reproducimos a continuación, a modo de homenaje, donde trazaba una especie de auto referencia vinculada a su barrio de la infancia:
“Cada vez que volvía a mi barrio, luego de ausentarme y andar por distintos lugares del país, por trabajo, jugar al fútbol, etc., los chicos prácticamente no me conocían y yo era el gringo, el arquero del barrio, el hijo de la Pierina que vivía frente el campito allá en la esquina. Fue entonces cuando decidí escribir este poema”.
MI BARRIO
Este barrio
que me vio desde muy chico,
tiene ahora otra voz,
otro sonido.
Es que el tiempo
le fue cambiando el rostro
y a la hora de crecer,
creció conmigo.
Ya no quedan casi en él,
calles de tierra,
es recuerdo el potrero
y los baldíos
y la barra del boliche
de la esquina,
de uno en uno, con el tiempo
se han perdido.
La nostalgia
viene hoy a reprocharme
¿Dónde están?
y que fue de mis amigos,
los que fueron conmigo a la escuela,
la que aún desde mi cuadra
me hace un guiño.
Yo te llevo, barrio mío,
en el recuerdo
y por más que pase el tiempo
no te olvido.
Pero a veces me sucede,
cuando vuelvo, soy extraño,
en el lugar donde que he crecido.
Necesito caminarte barrio mío,
necesito acariciar tu geografía;
ver tus calles
que no me olvidaron
y aunque traten de esconder
bajo del asfalto,
de mi infancia
tienes huellas, todavía.
Jorge Sernoqui