La aeronave hallada con casi media tonelada de cocaína
Una avioneta de matrícula boliviana fue encontrada en la región con cerca de 480 kilos de cocaína. La operación, liderada por Gendarmería Nacional, apunta a una presunta banda narco rosarina cuyas actividades incluyen vuelos clandestinos y lavado de activos en el sur de la provincia.
Una aeronave fue encontrada cerca de Rosario con casi media tonelada de cocaína en la tarde del miércoles 30 de octubre, entre las localidades de Luis Palacios y Pueblo Andino.
Se trata de una avioneta con matrícula de Bolivia (CP-3350) que fue seguida por la Sección de Investigaciones Antidroga de Gendarmería y que fue hallada sin ocupantes y con los bultos con droga en el interior.
Una de las hipótesis es que detrás del vuelo está una presunta banda narco de Rosario con mucha experiencia en este tipo de operaciones, y que tiene a sus principales cabecillas prófugos desde octubre del año pasado.
Una aeronave bajo seguimiento
Según las tareas investigativas que llevaban adelante desde Gendarmería, la aeronave fue detectada por un radar situado en el norte de Santa Fe, cerca de la ciudad de Tostado, cabecera del departamento 9 de Julio. Con el dato, se proyectó su trayecto y se monitoreó con “cazas interceptores” que lo hicieron bajar en el sur de la provincia.
Según Gendarmería, la organización narco sospechosa de gestionar el vuelo de la avioneta interceptada en Santa Fe tiene a sus líderes prófugos, pero ya había sido investigada en operativos previos, incluyendo la incautación de tres aeronaves propias
Por las tareas de seguimiento, desde la fuerza y desde la Justicia federales sospechan que la droga fue traída desde Bolivia, posiblemente de la zona de la Amazonía.
Lavado de dinero y actividades empresariales en la región
Por varios indicios recolectados por investigadores judiciales se presume que el fallido vuelo habría sido gestionado por una presunta estructura narco cuyos líderes son de Rosario y están prófugos desde el operativo “Cosecha blanca”.
En esa investigación se pudo establecer que la presunta organización tenía tres aeronaves propias (un Cessna 210 y dos Beechcraft Baron) y traía cocaína desde el norte de Bolivia hasta la zona rural de Carrizales (Santa Fe). Además, guardaba algunas avionetas en un hangar privado del country de Campo Timbó, en jurisdicción de la localidad de Oliveros.
Por ese legajo que fue encabezado por la PROCUNAR y la Fiscalía Federal N° 3 fueron detenidos cinco colombianos a quienes pilotaban las aeronaves y las arreglaban.
Sin embargo, el supuesto líder y todo su círculo íntimo, como su hermano, su pareja y su hijastro, quienes tenían un alto poder de influencia en las operaciones, lograron sortear las decenas de allanamientos que Gendarmería hizo en Rosario y Santa Fe.
Con gran poderío económico, compraron flotas de taxi, dos franquicias de un medio de comunicación, una agencia de autos, una compañía de afiches, cartelería y sonido, maquinaria agrícola, tres bares, establecimientos rurales, agroquímicos, cocheras para autos que fueron puestas en alquiler, una firma dedicada a materiales de la construcción y negocios inmobiliarios.