El sábado 1° de marzo, desde Puerto Pilcomayo, Formosa, comenzó la travesía "Remar Contracorriente", una iniciativa que durante 22 días recorrerá el río Paraná en defensa de sus aguas, su biodiversidad y la soberanía de los pueblos ribereños.
Encabezada por el pescador y referente ambiental Luis "Cosita" Romero, la expedición busca visibilizar los impactos del modelo extractivista y la reprivatización de la Hidrovía Paraná-Paraguay, considerada por los organizadores como una amenaza para la seguridad hídrica y el equilibrio ecológico de la región.
Una travesía con historia
La remada revive una acción histórica de 1996, cuando Romero, junto a Raúl Rocco, recorrió el Paraná para frenar la construcción de una megarepresa en el Paraná Medio. Aquella lucha culminó con la sanción de la ley 9092/97 en Entre Ríos, impidiendo el avance del proyecto. Hoy, 28 años después, la lucha vuelve al agua.
Acompañan a Romero en esta travesía el artista Mariano Martínez, el pescador Nelson Yapura y el documentalista Francisco Paredes, quien registrará el recorrido. Las canoas "Yaguarona" y "La del Zurdo", restauradas por colectivos ambientales, encabezan la remada, a la que se espera que se sumen embarcaciones y comunidades ribereñas a lo largo del trayecto.
El recorrido incluye paradas en más de 20 localidades, con actividades en Resistencia, Corrientes, Goya, Santa Fe y Paraná, y culminará en Rosario el 22 de marzo, coincidiendo con el Día Internacional del Agua. En cada parada se realizan asambleas, charlas y eventos culturales para sensibilizar a la población sobre los riesgos que enfrenta el Paraná.
El objetivo principal es denunciar los efectos ambientales y sociales del dragado de la Hidrovía, que, según los organizadores, agravará la contaminación, pondrá en riesgo la biodiversidad y afectará el acceso al agua potable de las comunidades costeras. Además, advierten sobre la pérdida de soberanía que supone la concesión del control del río a empresas multinacionales y al Cuerpo de Ingenieros del Ejército estadounidense.
El Paraná: Una arteria vital amenazada
El río Paraná, junto con el Paraguay, conforma el corredor de humedales de agua dulce más extenso del planeta. Su caudal no solo sostiene la economía y la cultura de la región, sino que también es clave para la biodiversidad. La transformación del Paraná en una "autopista fluvial" para la exportación de commodities profundiza la degradación ambiental y social, generando graves impactos económicos y ecológicos.
El llamado a licitación para la concesión de la Vía Navegable Troncal (VTN) deja en manos privadas la planificación y gestión de un recurso estratégico. Se prevé un dragado de 44 pies que removerá millones de metros cúbicos de sedimentos, exacerbando la contaminación y la crisis hídrica.
Un mensaje de resistencia
"Remar Contracorriente" es impulsada por más de 180 organizaciones ambientales, sociales, religiosas, culturales y políticas. La campaña busca generar una gobernanza participativa de la cuenca del Paraná, donde las decisiones prioricen el bienestar de las comunidades y la integridad de los ecosistemas.
Entre los principales objetivos de la iniciativa están: Visibilizar el impacto de la privatización del Paraná y los riesgos del dragado; promover la protección y restauración de los humedales y la participación de comunidades locales en la gestión de la cuenca.
También apunta a impulsar acciones legales para derogar el llamado a licitación y recuperar la administración soberana del río; y articular una agenda común en defensa del agua y la soberanía de las cuencas en América Latina.
La remada concluye el 22 de marzo, pero la lucha por la defensa del Paraná continúa. La consigna es clara: remar contracorriente para garantizar un futuro sustentable y soberano para las próximas generaciones