La provincia de Santa Fe superó los 4 mil casos de dengue. Fray Luis Beltrán es la ciudad más afectada de la región.
La provincia de Santa Fe superó los 4 mil casos de dengue. Fray Luis Beltrán es la ciudad más afectada de la región.
Por Flavia Campeis
En el contexto de cuarentena por COVID-19, donde la atención de los Estados y las y los ciudadanos está en prevenir el avance de la pandemia, los casos de dengue no se detienen y la provincia de Santa Fe es una de las más afectadas del país. Ya son más de cuatro mil casos en toda la provincia en lo que va del año y, de las ciudades del Cordón, Fray Luis Beltrán tiene la mayor cantidad de personas infectadas, con un número cercano a cien.
Muy pocas personas de nuestra región conocen a pacientes que hasta el momento hayan contraído coronavirus, pero muchos tenemos algún conocido que ha tenido dengue, incluso con un aumento de casos en esta cuarentena. Es que ya para fines de abril, los casos de dengue en Santa Fe eran once veces mayor que los de COVID-19.
Un inusitado dolor de cuerpo, sobre todo en articulaciones que hasta impiden tomar algo con las manos, un cansancio extremo que no permite levantarse de la cama, fiebre y sarpullido en forma de circulitos rojos, son los síntomas de dengue.
Los sentí en primera persona, paralelamente al inicio de la cuarentena, con la alarma que implica sentirnos mal en este contexto tan particular que atravesamos. En mi caso fui atendida primero por un médico a domicilio, que me diagnosticó una simple angina producto del cambio de tiempo y comencé a tomar Paracetamol (no se recomienda Ibuprofeno), pero tres días después cuando el malestar era insoportable y el sarpullido arrasó todo el cuerpo, acudí al Sanatorio Parque de Rosario, ubicado cerca de donde vivo, y allí recibí una minimización de los resultados de los análisis, que indicaban que mis plaquetas y mi hígado estaban mal. Pero me dijeron que no sería nada, que era normal. Tras mostrarle los resultados a una médica generalista amiga, me recomendó acudir al Hospital Provincial y allí sí me atendieron con mucha más humanidad que en el establecimiento privado y determinaron que lo que tenía era dengue, cosa minimizada en el sanatorio y que se terminó detectando cuando ya se retiraban los síntomas.
Tras mi situación, conocí muchos casos similares, tanto en Rosario como en el Cordón Industrial, sobre todo vinculados a que en establecimientos privados no tomaron los recaudos necesarios para el caso, más que nada respecto a las protecciones de los entornos de la persona infectada.
Doble desafío
De esta manera, con la multiplicación de los afectados por dengue, los infectólogos asumen por estos días un doble desafío: COVID-19 y dengue.
En este sentido, hablamos con dos personas de mucha experiencia en este ámbito. Por un lado con María Andrea Uboldi, médica pediatra e infectóloga, quien hasta diciembre de 2019 estuvo a cargo del Ministerio de Salud de la provincia de Santa Fe, actualmente asesora para la Cámara de Diputados de la provincia y quien por su trayectoria fue convocada para un comité para asesoramiento a la gestión provincial actual. Y por otra parte con Damián Lerman, vicedecano de la Facultad de Ciencias Médicas de Rosario y médico infectólogo del Hospital Eva Perón de Granadero Baigorria y del Granaderos a Caballo de San Lorenzo.
Uboldi: “este año es el de mayor concentración de casos de dengue en Santa Fe”
En diálogo con SÍNTESIS, María Andrea Uboldi se refirió a la situación de dengue en todo el país y en nuestra provincia: “tenemos una situación de dengue compleja en todo el país, no es el pico más importante de dengue, la situación más compleja se dio en el 2016 con arriba de 70 mil casos, pero para la provincia de Santa Fe este año es el año de mayor concentración de casos, porque a la fecha, según el reporte del último boletín epidemiológico nacional, tiene arriba de cuatro mil casos” y añadió: “sobre todo lo que tiene la situación de este año es una gran distribución afectando la mayoría de los departamentos”.
Paralelamente analizó que “respecto a la situación de COVID estamos en el país con una situación concentrada en la ciudad de Buenos Aires y en el Conurbano, a pesar de que se presentaron casos en Rosario, Santa Fe y Rafaela, los escenarios que tuvimos en la provincia fueron escenarios viajeros a partir de una persona que estuvo donde había virus; contacto con esas personas o circunstancias de circulación por comunidad, que ocurre cuando hay un evento común; o una circulación comunitaria aislada, que necesita completar dos periodos de incubación, es decir 28 días totales, para que Rosario sea levantada como de circulación comunitaria (lo que ocurre cuando uno no encuentra de quién se contagió la persona)”.
Sintomatología
Sobre la sintomatología, Uboldi explico que “la verdad que las dos enfermedades comparten síntomas parecidos. El dengue es un inicio brusco con fiebre, dolor de cuerpo, cansancio, también puede haber una alteración en el gusto y un sarpullido.
En el caso de COVID los síntomas son parecidos, fiebre, acompañado de dolor de cuerpo, también trastorno del gusto y del olfato como una posibilidad, la diferencia de COVID con dengue es que en general puede haber dolor de garganta y tos” y aclaró: “en ambas enfermedades el rol de pacientes asintomáticos es muy importante, es decir hay un porcentaje de la población que no presenta síntomas”.
Vacuna
Uboldi contó que “en Santa Fe circula el dengue 1 y el dengue 4. Si la persona ya tuvo dengue 1 en otro momento, ya va a estar protegida del mismo dengue. Sobre el dengue está la vacuna licenciada pero falta una aprobación de la Administración Nacional de Medicamentos, Alimentos y Tecnología Médica (ANMAT), está en regulación, pero hay una vacuna disponible para el futuro. En el caso del COVID todavía no hay ninguna vacuna disponible. La vacuna de dengue está aprobada, es para personas que ya tuvieron la enfermedad. No está disponible en argentina aún, la diferencia es que existe y para el COVID no. Es para todo tipo de dengue, pero la eficacia es para quien ya tuvo”.
Uboldi explicó que “el mecanismo de respuesta de anticuerpos de dengue la conocemos, la del COVID todavía no. Cuando uno hace una muestra además de decirle a una persona que tiene dengue, es importante decirle qué variedad de dengue tiene. Es muy importante, porque si tengo dengue 1, se que voy a estar protegido de por vida para el dengue 1. Durante los primeros 3 a 6 meses, el mecanismo de respuesta del dengue monta una respuesta que te protege de otras variedades de dengue en este tiempo, pasado el tiempo de 3 a 6 meses lo único que te queda son los anticuerpos propios de la variedad de dengue que tuviste. El año que viene si circula el dengue 1, estás como vacunada para el dengue que tuviste, si circula el dengue 2 tenés igual de chance que otra persona de pescártelos. Lo que sí se sabe, es que existe una teoría de potenciación que diría que algunas personas que ya han tenido previamente dengue, pueden tener una respuesta del cuerpo más exagerada por lo que podrían tener, si tienen otra variedad, una forma de dengue complicada más frecuente que otro.
Pero desde el primer día una persona puede tener un dengue complicado, no habiendo tenido previamente dengue”.
“Dengue afecta a todos y comparte con COVID que los niños tienen una evolución más benigna en dengue que los adultos. Lo niños tienen menos síntomas y con menos gravedad y también pueden tener cuadros de diarrea”, aclaró Uboldi.
Zonas afectadas
Ante la consulta sobre si es importante detectar en qué zona pudo haber picado el mosquito infectado, Uboldi manifestó: “si, porque debe haber una acción de control del caso y de los contactos. Si diagnostico una persona con dengue, tengo que evaluar con quien vive y si han tenido síntomas de dengue. Luego pregunto a la persona el día previo a tener fiebre dónde estuvo. Porque mientras estuvo con fiebre en todos los lugares que estuvo tengo que trabajar para buscar febriles”. En este sentido, ante la consulta por la falta de seguimiento por parte, sobre todo de establecimientos privados de la ciudad de Rosario a casos de dengue, la especialista consideró que “cuando uno trabaja en epidemiología, hay una ley por la cual estas enfermedades son de notificación obligatoria. Cualquier persona que atiende a alguien con COVID o dengue, está obligado por ley, con penalidad, a reportar a la autoridad sanitaria el caso. En cuanto a la red pública está muy aceitado. En general la gente del ámbito privado no tiene este pensamiento epidemiológico importante. Yo cuando atiendo a un paciente tengo que pensar en la salud de un paciente, pero también que lo que estoy atendiendo puede tener un impacto en otras personas para que se controle el foco y puedan evitar otros casos”.
Recomendaciones
Para prevenir el avance aún mayor del dengue, Uboldi dijo: “esperamos que bajen las temperaturas para que los casos desaparezcan, pero más allá de eso hay que trabajar activamente en las localidades en las que hay que insistir frente a cada caso, hacer la investigación correspondiente y hacer la intervención del municipio o comuna para bloquearlo, limpiar espacios de parques, plazas y domicilios, para mantener lo más limpio posible los espacios donde las hembras pueden poner sus huevos y hay que estar muy atentos en la próxima primavera”.
Por último Uboldi aseguró que “con respecto a COVID el gran desafío viene ahora, nosotros cuando bajen las temperaturas la experiencia dice que va a circular virus de gripe y también el COVID. Esta calma que tenemos en la provincia de Santa Fe no significa que el COVID se fue, significa que por ahora no lo estamos detectando, hay que seguir trabajando fuertemente porque tanto para la salud como para los estados hay que trabajar para que las medidas de flexibilización se controlen y existan protocolos, seguir buscando casos sospechosos para detectarlos a tiempo y el gran desafío será tener el menor número posible de casos y el menor número posible de muertes, pero casos va a haber y muertes va a haber”.
Damián Lerman: “la convivencia entre dengue y COVID no se nos ha hecho fácil”
El especialista Damián Lerman en diálogo con SÍNTESIS informó: “tenemos superposición de afecciones virales en todo nuestro territorio, la zona está muy afectada a la atención y a la preparación para recibir casos de COVIDO-19, mientras tanto también se están produciendo varios casos de dengue, como consecuencia de la época que nos toca transitar, porque pasamos por la época estival”.
“Es esperable siempre que haya casos de dengue, de hecho tenemos todos los años, pero este año en particular tenemos un aumento bastante importante de casos en toda la provincia, esto asciende una alarma y se comienza a adaptar varias cuestiones que tienen que ver con la logística de atención también para el dengue, en el medio de esta pandemia, lo cual no están sencillo. La convivencia no se nos ha hecho fácil”, aseguró Lerman.
Desde su experiencia en salud pública, el infectólogo contó que “los espacios están preparados para atender cualquier tipo de patología y están muy preparados en este momento para atender sobre todo COVID, pero también pueden atender dengue. Acá la pieza fundamental, son los centros de atención primaria que conocen los pacientes que trabajan en terrenos, que tienen el recurso humano preparado, con mucha calidad y que es el lugar donde generalmente acude la población que no tiene acceso a la salud privada”.
“Lo más importante es la información de fuentes fidedignas, que pueden ser la Organización Mundial de la Salud (OMS), el Ministerio de Salud de la Provincia, o el Ministerio de Salud de la Nación”, destacó Lerman .
Sobre la prevención, sobre todo de dengue, ya que la prevención del COVID-19 abarca todas las informaciones, Lerman consideró que “la temperatura está todavía alternando, por lo cual todavía podemos estar expuestos al mosquito. Si uno tuviese síntomas compatibles con dengue tendría que acercarse al centro de salud más cercano, o llamar al médico a domicilio, siempre teniendo en cuenta que el mosquito tiene actividad crepuscular, es decir que hasta las 9 de la mañana y a la tardecita es cuando más pica, entonces tratar de ir cerca del mediodía, con ropa manga larga, que preferentemente no sea oscura, para que no atraiga al mosquito, llenarse de repelente e ir al centro de salud más cercano”.
El profesional destacó también la importancia de tomar conciencia en la población: “el mosquito tiene hábito domiciliario y por lo tanto hay que hacerse cargo y tener conciencia colectiva y empezar a sacar todos los cacharros que tengamos en casa, sacarles en agua, darlos vuelta, limpiarlos bien, porque el mosquito ahora con el frío no va a reproducirse, pero las larvas, los huevitos, el año próximo pueden implosionar, porque se pueden conservar un año, el huevo si se hidrata y hay una época estival el mosquito puede nacer y crecer”.
Sobre los espacios donde se reproduce el aedes aegypti, Lerman indicó “el mosquito como cualquier otro ser vivo se va adaptando, hoy es más probable que se desarrolle en recipientes más chiquitos, pero el día de mañana no se sabe, por lo que yo creo que todos los espejos de agua, si no se van a usar no tienen que estar. Las piletas estarán cubiertas o estarán sin agua, porque sino no sabemos qué puede pasar, pero lo más importante es descacharrar, secar los elementos más pequeños”.
Ante la consulta por la gran cantidad de casos de personas que fueron atendidas en sanatorios privados y se minimizó el hecho de que padezcan dengue o no tuvieron el seguimiento que es recomendable, Lerman indicó que “la salud pública tiene una estructura que está equipada y está aceitada para recibir un caso sospechoso de dengue, hacer la confirmación diagnóstica y hacer el seguimiento, como por ejemplo citarte a las 48 hs. para ver la evolución o ir al domicilio si tengo personal para eso. En la salud pública, generalmente, el o la paciente está contenido. En la salud privada se maneja de otra manera, pero desconozco porque no trabajo allí”.
Cuarentena por COVID-19
Sobre la nueva etapa de levantamiento progresivo de la cuarentena por coronavirus, Lerman aseguró que “lo fundamental es la educación, que se cree conciencia colectiva. Porque la economía se va a poner a andar paulatinamente y depende de nosotros, de la conciencia social que tengamos y de la capacidad de cuidar al otro que tengamos. Se resuelve en dos o tres cuestiones fundamentales: el distanciamiento social, el uso de tapabocas y la higiene de manos, es sencillo y eso es la conciencia social. Veo que hay mucha gente que la está desarrollando, que nos falta, pero que hay mucha gente que ha tomado conciencia. Tenemos que ir en el sentido de la educación y que nos importe el otro”.