Fue atacado por una patota y estuvo envuelto en confusos hechos ocurridos en la comisaría 12°. Denuncian que “plantaron pruebas” en su contra por las que fue alojado en el penal de Coronda.
Daños en la puerta de la comisaría ocurridos durante el ataque al joven de Ricardone
Fue atacado por una patota y estuvo envuelto en confusos hechos ocurridos en la comisaría 12°. Denuncian que “plantaron pruebas” en su contra por las que fue alojado en el penal de Coronda.
Juan Manuel Vázquez Riener, un joven de 25 años de edad de la localidad de Ricardone, concurrió a una fiesta privada en la madrugada del pasado 1° de enero de este año, en la que se originó una violenta pelea, como parte del descontrol que se apoderó de la reunión.
En medio de los desmanes, el joven salió en defensa de su hermano -quien sufre una discapacidad- que estaba siendo atacado por una patota y resultó él también agredido.
Al sentir que corría peligro si permanecía en el lugar, huyó rápidamente y para resguardarse, se dirigió a la sede de la comisaría 12°, pero la repartición se encontraba cerrada y sin personal policial.
En el mismo lugar, los violentos que lo persiguieron lo alcanzaron y pretendían golpearlo, por lo que Juan Manuel, rompió la puerta de ingreso de la comisaria y, en el interior, se produjo un enfrentamiento que provocó varias roturas incluyendo dos autos particulares del personal policial.
Según declaró el muchacho posteriormente, cuando finalmente llegaron los uniformados, en lugar de protegerlo, también lo golpearon. Además, los acusó de haberle “plantado pruebas” en su contra.
El joven, quien hasta ese momento no contaba con antecedentes penales ni policiales, fue acusado e imputado por el fiscal de San Lorenzo Juan Carlos Ledesma, por los desmanes y daños.
Asumió su defensa el conocido abogado Gabriel Filippini. Pocos días después, cuando Juan Manuel se encontraba cursando arresto domiciliario, recibió la sorpresiva visita de un policía “de apellido Núñez” quien le reclamó el pago de los daños a su vehículo mientras “le exhibía su arma reglamentaria”, hecho que fue denunciado en la División Judiciales de la UR XVII.
Roturas en el auto particular de un policía
Posteriormente, fue alojado en la Unidad 5 de Rosario y, curiosamente, desde allí trasladado a una de las cárceles más peligrosa de la provincia de Santa Fe, el penal de Coronda, a donde fue derivado sin poder declarar.
El Dr. Filippini interpuso un “Habeas Corpus Correctivo”, con la intervención del Juez Juan José Tutau, a quien solicitó la posibilidad de que “el joven pueda efectuar su declaración de los hechos sucedidos, ejerciendo así su derecho de defensa”.
También le requirió “su traslado inmediato a la unidad 5 de Rosario, donde no hay presos procesados ni condenados, evitando así la contaminación carcelaria” de su defendido, “asegurando su integridad física y emocional”.
El abogado consideró que, en este caso, “no existe la debida racionalidad y proporcionalidad en cuanto a la medida cautelar de prisión preventiva adoptada por la Cámara de Apelaciones de Rosario”, y argumentó que “en nuestra ciudad existen violadores y homicidas a los que se les otorga el plazo de 90 días prisión, el mismo que a un joven acusado de daños”.
Según Filippini, esta medida cautelar “constituye un hecho muy grave que debe ser analizado de manera urgente por las autoridades judiciales del Distrito de San Lorenzo, porque se está afectando el derecho a la seguridad de toda la comunidad sanlorencina y de localidades vecinas”.
Por otro lado, el abogado solicitó la aplicación de la figura de la “probation” para Vázquez Riener y su inmediata libertad, para lo cual se llamará a audiencia en los próximos días.