Este jueves, el caso de Gustavo Gutiérrez, el camarógrafo asesinado en San Lorenzo en diciembre de 2022, dará un nuevo giro con la audiencia de apelación que se celebrará en el Tribunal. La decisión que se tome podría ser clave para el futuro del juicio, ya que se resolverá si los dos acusados, Diego Pérez y Belén Mimbrero, continuarán detenidos o si serán liberados antes de la fase oral del juicio.
La audiencia debía haberse realizado en febrero, pero por diversas razones fue reprogramada para esta semana. En esta instancia, la Fiscalía apelará una cuestión probatoria vinculada a la audiencia preliminar, mientras que la defensa de los acusados, representada por el abogado Franco Fosco, impugnará la prisión preventiva extraordinaria que actualmente pesa sobre sus clientes.
Fosco busca que los imputados enfrenten el juicio en libertad, argumentando que no existen elementos suficientes para justificar su detención.
Gustavo Gutiérrez, quien trabajaba como camarógrafo y reportero gráfico en la zona, fue brutalmente asesinado en la madrugada del 29 de diciembre de 2022, cuando se encontraba en la intersección de las calles Genaro Roldán y Perú, en San Lorenzo. Su muerte conmocionó a la comunidad y generó un fuerte rechazo en el ámbito de los derechos humanos y la libertad de prensa.
Durante la última audiencia preliminar, celebrada en diciembre, se había dado un paso importante cuando el juez Dr. Gazza aceptó las pruebas presentadas por la Fiscalía y la Querella. Testimonios clave y documentos relevantes fueron admitidos, lo que fortaleció la causa contra los imputados.
Sin embargo, la defensa solicitó un cuarto intermedio para dialogar con los acusados y presentar nuevos testigos, lo que provocó la suspensión de la audiencia.
Este jueves, se decidirá si los acusados, Pérez y Mimbrero, continuarán bajo custodia o si la apelación presentada por la defensa prospera y podrán llegar al juicio en libertad.
Para los familiares de Gutiérrez y la sociedad en general, la cuestión de la detención preventiva es un tema sensible, ya que consideran que una liberación de los acusados podría generar una sensación de impunidad y agravar la angustia de quienes buscan justicia por el asesinato del periodista.