Balbuceaba el virreinato
cuando en Yapeyú nacía
nuestro Padre de la Patria
con gran valor e hidalguía.
La ilustración dejó huellas
en una mente despierta
y temprano se trasladó
a esta tierra semi desierta.
Renunciaste a jerarquías
en el mando peninsular
porque urgía en el nuevo mundo
un ejército que disciplinar.
En el minué las porteñas
lucían su sencillez
y la joven Doña Remedios
danzaba cual cortesana de Luis XVI.
Voz de bajo, afinada y áspera
se fusionó en tu guitarra
templando el espíritu militar
con la intensidad de esa mirada.
El convento de San Carlos
franciscano y yermo
fue refugio de medianoche
para esos granaderos recios.
El alba desempañó la victoria
aquel histórico 3 de febrero
cuando en suelo sanlorencino
se abrió el bautismo de fuego.
Saboreaste tierno asado
con cuchillo bien filoso
mazamorra y ambrosía
deleitaron ratos breves de sano ocio.
Ni Alpes ni Pirineos
Chile y Perú liberaste
gloria y honor
tu delicada salud entregaste.
El mar testimonió tu partida
Boulogne Sur-Mer fue tu familiar morada
hasta aquel 17 de agosto
que Dios en paz, dispuso tu retirada.
Autora: Viviana Nora Victtori
Gálvez – Santa Fe