Canción del derrotado
Mientras la lanza de Baigorria atraviesa sus costillas
y la vida se le escapa con un estruendo de sangre,
un soldado realista bajo su último sol, piensa.
Piensa y ruega.
Madre no guardes rencor
al hombre moreno
que me atraviesa con su hierro,
si no a ese Rey, a esos Reyes
que juramos, cantamos
y hacemos alabanzas.
Este hombre defiende su tierra;
su coraje altivo que me mata,
es amor por su jefe y por su patria;
la lanza que atraviesa mis costillas
hará de mi sangre, la semilla
que fructificará
en un mañana americano.
Pudimos ser amigos,
quizás hermanos,
recorriendo juntos
este suelo sagrado.
El rey que me mandó
como soldado, me ordenó
matar o ser matado.
Febo asoma,
ya muy alto en la barranca,
Juan Bautista Baigorria
con su empuje me levanta;
uno y otro nos iremos al olvido
yo por invasor él por ser indio.
Quizás un día
los poetas y cantores
nos recuerden
con sus versos y canciones.
Sergio Juan Coppoli
Rosario – Santa Fe