Fabián “mingo” Domínguez llegó a la meta y contó su experiencia en SINTESIS.
Después de varios intentos sin poder lograrlo, el ultra maratonista sanlorencino Fabián “mingo” Domínguez logró completar la carrera de Trail en montaña “Amanecer Comechingón” (conocida como “La Mística” por su dureza y belleza de sus paisajes), que, en su máxima distancia, se corre a lo largo de 100 millas.
Esta prueba de Ultra Trail se disputó entre el viernes 8 y sábado 9 de julio pasados en el valle Comechingón de la provincia de Córdoba. “La pude completar y estoy muy contento por eso. Esta era mi quinta participación en las cien millas, las anteriores, por diversas razones, no las había logrado pero esta vez se me dio”, expresó el deportista local en diálogo con SINTESIS.
Conocida por sus siglas, UTACCH, la competencia es organizada por Mountain Race cuyas caras visibles son Tania Díaz Slater, una de las mejores corredoras de ultra trail del país, y Rodrigo Peretti.
La carrera empieza y termina en Yacanto recorriendo el valle Comechingón pasando por El Durazno, Los Linderos, subiendo al Champaquí, Cumbrecita y Villa Alpina totalizando los 160 kilómetros de recorrido que pudo completar “mingo”.
“El clima, por suerte, estuvo perfecto, con inmejorables condiciones. Si bien había nieve y nos castigó bastante el viento frío, no nos metimos en ninguna nube y el cielo estaba impecable, fueron días hermosos”, destacó.
Sobre su perfomance detalló: “largué el viernes a las 12 de mediodía y llegué a la meta el sábado a las 9 de la noche, lo que me permitió ubicarme en el pelotón del medio, en el puesto 39 de la general. De un total de 120 competidores que largaron, llegamos unos 70”, agregó.
La clasificación oficial le atribuye un tiempo de 33 horas, 21 minutos y 27 segundos.
¿Cómo entrena un habitante de la llanura para este tipo de pruebas?
“Entreno donde pueda, donde haya un mínimo desnivel trato de treparlo, como la bajada al río de calle San Luis o de calle Luis Borgui y, en ocasiones, en sitios de Rosario o Córdoba. Vamos buscando distintas alternativas”, aseguró Domínguez.
Para dar una idea de una de esas “alternativas” en una zona plana como San Lorenzo, contó que “una vez tenía que hacer un desnivel de 1 000 metros de altura a pedido de mi entrenador y las hice en la bajada de calle San Luis que tiene 15 metros de subida, (las bajadas no cuentan). La completé en cuatro horas y media”.
Lejos de los principales rankings de la especialidad, confiesa: “lo mío es muy amateur, lo hago con mucho sacrificio, trabajando 12 horas en una fábrica”. Antes de las 100 millas cordobesas “corrí el Maratón Internacional de la Bandera en Rosario de 42 kilómetros y lo hice con un buen ritmo de 5 minutos por kilómetro. Me sirvió para comprobar mi estado físico porque venía de una lesión y, aunque soy más fondista que velocista, completar esa prueba me dio el impulso para correr en Córdoba”, contó.
Igualmente, aseguró que “no dejo el sueño de competir en una carrera a nivel mundial”. Mingo, que actualmente tiene 42 años de edad, corre desde 2010. “Mi primer ultra fue en 2014 donde arrancó mi locura por correr”, recordó.
El exigente circuito de la competencia.
Un solitario con apoyo familiar
“Tuve varios entrenadores como Analía Rassetto, Gabriel Rueda de Bariloche y ahora lo hago con Fernando Miranda de Brasil”, detalló y agregó: “los entrenamientos son muy solitarios, tengo una planilla y simplemente salgo a correr, solo yo con mis ganas. El desafío siempre es personal y constante, compito conmigo mismo, levantándome un domingo a las 6 de la mañana, salir y disfrutar de esta pasión”, resumió.
Por último, Fabián contó que para desarrollar su actividad deportiva cuenta con “el fundamental apoyo de mi familia que me hace el aguante. Cuando salgo a correr 4 o 5 horas ellos siempre están al pie del cañón. En las 100 millas, cuando ya llevaba corridas unas 14 horas, a las 2 de la madrugada había señal de celular y recibí una foto de ellos viajando en colectivo con el mensaje ‘yendo a esperarte’, fue un gran golpe de energía. Mi familia es mi motor, sostén y apoyo, si no fuera por ella no podría hacer lo que hago”, concluyó.