1814. San Martín escribe al Director Posadas informándole que de ninguna manera es conveniente la separación de Belgrano de aquel Ejército, por no haber quien lo subrogue en el mando de su regimiento y por la ayuda que le presta para instruir la oficialidad, “que además de ignorante y presuntuosa se niega a todo lo que es aprender y es necesario estar constantemente sobre ellos para que se instruyan”.
1814. San Martín da cuenta al Director Posadas haber dispuesto la construcción de un campo atrincherado en las inmediaciones de la ciudad de Tucumán, el que después se llamó «Ciudadela de Tucumán».
1817. El teniente coronel Zelada ordena que el capitán Dávila se adelante hasta Copiapó a fin de sorprender a la guarnición. A las 7 de la mañana del 14 después de marchar toda la noche, Dávila ordenó que el capitán José Benito Villafañe con 15 infantes forzara la guardia del cuartel, y se apoderase del mismo, al mismo tiempo que el alférez Julián Fernández con 10 hombres lo tomase por retaguardia: Villafañe, con una habilidad que le honra, se apoderó del cuartel sin disparar más que un solo tiro que hirió a un cabo, hijo del comandante de armas. Villafañe cuando atacó el cuartel, no tenía ninguna idea de la fuerza que lo guarnecía: el coronel Evaristo de Uriburu, en su Memoria, hace subir a 200 y un coronel el número de los prisioneros realistas de Copiapó.
1829. Llega a Montevideo el general San Martín, desembarcando en medio de la gran alegría de todo lo que tenía de calificado aquella ciudad entre sus habitantes. Se le nombró ayudante al después coronel Hermenegildo de la Fuente.
Del libro Efemérides Sanmartinianas de Jacinto R. Yaben, Instituto Nacional Sanmartiniano, tercera edición, 1978
Asociación Cultural Sanmartiniana de San Lorenzo