1728. Nace en la villa de Cervatos de la Cueza, en el reino de León, obispado de Palencia, Castilla La Vieja, D. Juan de San Martín, siendo sus padres D. Andrés de San Martín y doña Isidora Gómez. Fue bautizado el día 12 del mismo mes y año. En 1765 ya con el grado de teniente, pasó al Río de la Plata.
1813. En San Lorenzo, al frente de 120 Granaderos a Caballo el coronel San Martín derrota a 250 infantes realistas que habían desembarcado frente al Convento de aquel punto, bajo el mando del comandante Juan Antonio Zabala, a las cinco y media de la mañana, reforzado con dos cañones ligeros. La acción fue recia y en ella le mataron el caballo que montaba San Martín, el que corrió mortal peligro sin la actitud decidida del sargento Juan Bautista Cabral, que levantando a su Jefe lo ponía en salvo y recibía heroica muerte en tan valiente gesto; mientras que el granadero Juan Bautista Baigorria, clavaba con su lanza a un soldado enemigo en el momento en que se aprestaba a terminar con San Martín. 40 muertos, 14 prisioneros de los cuales doce heridos, fueron las pérdidas de los españoles, que además dejaron en poder de los patriotas los dos cañones, 40 fusiles, cuatro bayonetas y una bandera. De los Granaderos a Caballo perdieron la vida seis, y veinte quedaron heridos. Gravemente herido quedó el capitán Justo Germán Bermúdez, que murió días después. El teniente Manuel Díaz Vélez cayó prisionero con graves heridas, y fue canjeado al día siguiente, falleciendo en el mes de Mayo del mismo año. El alférez Hipólito Bouchard arrancó, con la vida del porta estandarte, la bandera enemiga.
1813. A las 8 de la mañana y desde el campo donde se está librando la acción de San Lorenzo, por encargo del propio San Martín que cercioróse que los enemigos trataban de resistir tenazmente en la barranca, el cura párroco de la capilla del Rosario Dr. Julián Navarro, escribe una nota al gobernador de Santa Fe, coronel D. Antonio Luis Beruti, la que enviada con un chasque, fue recibida a las 11 de la noche, por éste, quien resolvió inmediatamente el envío de refuerzos a San Martín, de acuerdo con el contenido de la comunicación diciendo que los españoles se hacían fuertes en la barranca. La suerte de las armas quiso que tales refuerzos no fuesen necesarios.
Del libro Efemérides Sanmartinianas de Jacinto R. Yaben, Instituto Nacional Sanmartiniano, tercera edición, 1978
Asociación Cultural Sanmartiniana de San Lorenzo