Le dictaron prisión preventiva efectiva. También, quedó en prisión el amigo del femicida, acusado de encubrimiento agravado.
Este viernes, en sala 2 de la Oficina de Gestión Judicial del Centro de Justicia Penal de Rosario, se llevó a cabo la audiencia imputativa a Gregorio Ramón “Yoyo” Brítez a quien acusan del homicidio doblemente calificado por el vínculo y femicidio, mediando contexto de violencia contra Nora Escobar.
En la misma audiencia se formalizó la imputación a Alberto Antonio Lipari, amigo de Brítez, por encubrimiento agravado del mismo hecho.
Para ambos, la Fiscalía solicitó la medida cautelar de la prisión preventiva efectiva por el plazo de ley, pedido al que el juez Hernán Postma hizo lugar.
La Fiscal Marisol Fabbro de la Unidad de Homicidios Dolosos le atribuyó Gregorio Brítez el hecho ocurrido después de las diez de la noche del pasado 22 de abril cuando se encontraba en el domicilio de calle Liniers al 1700 de Granadero Baigorria junto a quien fuera su esposa, Nora Escobar de 42 años de edad.
Gregorio Brítez. imputado por el femicidio de Nora Escobar
Según detalló la fiscal, en esa oportunidad Brítez se valió de un arma blanca tipo cuchilla de al menos 5cm de ancho para asestarle 17 puñaladas, entre 5 y 6 de ellas por la espalda, provocando su deceso por lesiones cardiopulmonares graves por múltiples heridas de arma blanca.
Luego procedió a excavar de propia mano en el patio trasero de su vivienda, una cavidad semejante a una fosa, para posteriormente arrojar allí el cuerpo sin vida de la víctima y enterrarlo, tras lo cual, con el objeto de evitar cualquier filtración a la superficie, construyó un cerramiento mediante la elaboración y colocación de una loza de aproximadamente 60 cm de ancho y dos metros de largo por encima del cadáver y otra de igual tamaño de colocación vertical subterránea a un costado del cadáver, maniobra que evitó que los perros de la policía hallaran el cuerpo en el primer allanamiento.
Por su parte a Antonio Lipari se le atribuye haber colaborado con Brítez a fin de ocultar, alterar y hacer desaparecer los rastros, pruebas e instrumentos del delito, ya que utilizó su vehículo para retirar pertenencias con manchas de sangre del domicilio donde ocurrió el hecho con posterioridad al femicidio.
Asimismo, concurrió en repetidas ocasiones a la casa del imputado los días posteriores al suceso para prestar colaboración en la confección de la fosa y en la limpieza de la vivienda. Al mismo tiempo se le atribuye haber ayudado a Brítez a eludir las investigaciones mediante el aporte de dinero en efectivo para que el imputado emprendiera la fuga, el 9 de mayo, en un colectivo con destino a Paraguay.