Ocurrió en las primeras horas de la mañana del miércoles tras la fiesta de graduación de un colegio local.
Ocurrió en las primeras horas de la mañana del miércoles tras la fiesta de graduación de un colegio local.
Juan, un chico de 19 años de edad de San Lorenzo, fue brutalmente atacado por otros cuatro jóvenes que le propinaron golpes de puño y patadas causándole serias lesiones de las que se está recuperando.
El violento episodio tuvo lugar en las primeras horas de la mañana del miércoles frente a estación de servicio YPF de Arroyo, ubicada sobre la ruta A-012, y fue denunciado en la policía y en Fiscalía por Liliana, la madre de la víctima quien contó los detalles del ataque en diálogo con SINTESIS.
“Mi hijo con un grupo de amigos fueron a la fiesta de graduación del Colegio San Carlos que se hizo en el Salón Metropolitano de Rosario. Cuando volvieron, fueron a 'Tercer Tiempo' en donde había una fiesta".
En ese lugar (un establecimiento gastronómico y deportivo ubicado sobre la ruta A012 en el límite con la localidad de Ricardone) “Isaías S. lo mira a mi hijo y le dice ‘me estás bardeando’ a lo que responde 'nada que ver, si ni te conozco'. Entonces, va al baño con los amigos y al salir, este chico lo vuelve a encarar y le repite que lo estaba ‘bardeando’ y cuando Juan le vuelve a responder que no lo conoce, el otro chico le da una trompada. Los separan y los retiran del lugar”, detalló la madre del joven agredido.
Tras asegurar que el su hijo y los amigos “nunca se pelean con nadie”, Liliana contó que después de la primera agresión “cometen el error de venirse caminando por la ruta. Frente a la estación de Servicio de Arroyo, los alcanza un amigo en auto y se ofrece a llevarlos y en ese mismo momento llega Isaías en su auto y les frena adelante. Se baja con otros tres y empiezan a provocarlos, pero ni Juan ni los amigos aceptan pelear”.
“Ahí comenzó lo peor” -aseguró la mujer- y detalló: “le pegan entre todos. También paró un Audi de color blanco del que se baja Juan B. y también empieza a pegarle a mi hijo. Lo empujan, cae, en el piso le empiezan a pegar patadas y una le rompe la boca”.
En ese momento de la salvaje golpiza “llega el hermano de Simón C. -otro de los atacantes- quien levanta a mi hijo del piso y lo salva. También llega otro chico que los conoce y sabe que mi hijo no tenía nada que ver y los dispersó. Si no se metían esos chicos a Juan lo podrían haber matado. Estaban totalmente fuera de sí”, expresó la mamá.
Al joven herido lo llevaron al hospital donde le colocaron varios puntos de sutura en la boca y, más tarde, Liliana lo llevó al Sanatorio Parque de Rosario en donde le hicieron placas y controles.
Liliana contó que “primero tuve miedo, pero después decidí que no puedo dejar que estas cosas pasen. Me levanto todos los días a trabajar para darle un futuro a mi hijo, no para que lo agarre un grupo de inadaptados y le hagan lo que le hicieron”, expresó.
Fue así que decidió, en horas de la tarde, ir a la casa de cada uno de los agresores -los mencionados más Gaspar F.- para hablar con sus padres. “Les dije que como madre no puedo dejar esto así nomás. Hoy fue mi hijo y mañana puede ser otro. Fue alevosía porque eran cuatro contra uno que no les había hecho nada y ni siquiera los conoce. Los padres me pidieron perdón y se comprometieron a hablar con sus hijos para que le pidan perdón a Juan, pero les dije que si quieren ir a mi casa lo hagan para ver en que condiciones quedó mi hijo. Les hablé como mamá para que esto no le vuelva a pasar a otro chico. Porque mi hijo vive en San Lorenzo y se los va a seguir cruzando”, aseguró Liliana.
“Tengo que agradecer que eran pibes que no sabían pelear, que lo hacen porque están en patota porque si no, hoy la historia sería otra. Me da una gran impotencia y sacan lo peor de uno de adentro cuando se trata de un hijo. Lo hago público para que todos sepan lo que ocurrió con estos chicos que porque toman algo o tienen plata creen que se pueden llevar el mundo por delante. No es mi intención genera polémica, pero acá se pasaron todos los límites”, reflexionó.