La Comuna debería invertir 6 millones de pesos por año en el tratamiento de residuos, pero elige quemarlos o que se evacuen por el Canal Maciel. No hay precisiones sobre qué destino tiene ese dinero.
La Comuna debería invertir 6 millones de pesos por año en el tratamiento de residuos, pero elige quemarlos o que se evacuen por el Canal Maciel. No hay precisiones sobre qué destino tiene ese dinero.
El problema de la basura es recurrente en varias comunas de la zona, pero en Gaboto se da una particularidad llamativa, no contrata hace tiempo a ninguna empresa que realice el tratamiento de los residuos. Son volúmenes importantes teniendo en cuenta que un ciudadano promedio llega a generar cerca de medio kilo de desechos por día.
La suciedad se acumula en un basural a cielo abierto en la orilla del Canal Maciel, en donde especialmente los días de lluvia, la basura es arrastrada siguiendo el curso por el río Coronda hasta la confluencia con el Paraná.
Por otra parte, muchos de esos desechos son quemados generando un humo irrespirable, que la dirección del viento, la mayoría de las veces, se dirige a Maciel. Infinidad de quejas y reclamos se han presentado en la comuna vecina por la presencia de esa nube tóxica en varios momentos del año.
Lo llamativo del caso es que la propia presidenta comunal Sandra Aguirre fomentó la organización del consorcio de Gestión Integral de Residuos Sólidos Urbanos (GIRSU), conjuntamente con otros jefes comunales de la región, los cuales se reúnen periódicamente. Según los registros, en el último tiempo, Aguirre no asistió a las reuniones.
El gobierno provincial envía a Gaboto, en conceptos de coparticipación, un importante número mensual de millones de pesos, de los cuales, un porcentaje por ley debe ser destinado al tratamiento de los residuos. Según la normativa vigente desde 2009, la comuna debería llevar los residuos a rellenos sanitarios o a plantas de reciclaje debidamente autorizadas.
Contrario a eso, la realidad que muestran fotos y testimonios de gaboteros, los desechos son vertidos en la ribera del Canal Maciel, aguardando que la lluvia haga su trabajo sumergiéndolos en las aguas, llegando incluso hasta el cauce del Paraná. Tal es así que, según declaraciones de ambientalistas de San Lorenzo, han señalado que encontraron en la basura del río, boletas de servicios pertenecientes a Gaboto.
Otro método absolutamente dañino para el medioambiente es enterrar los residuos. Estudios internacionales dan cuenta de los efectos que producen los desechos a las capas de la tierra, llegando a contaminar inclusive napas de aguas subterráneas.
Si a esa modalidad previamente se le suma la incineración, el humo que se produce no sólo genera sequedad e irritación en los lagrimales, sino además una alta probabilidad de desarrollar enfermedades respiratorias crónicas.
Cualquiera de las dos opciones resulta irreconciliable con la convivencia y las normativas ambientales actuales, aunque parecen ser prácticas habituales en Gaboto.
En el caso de los residuos patológicos se requiere de un tratamiento absolutamente especial, dado que incluye gasas, inyecciones, material quirúrgico, algodones, todo utilizado en prácticas médicas. Según fuentes consultadas, la comuna no contrataría ninguna empresa para desechar los residuos del SAMCO local y los depositaría en el mismo basural a cielo abierto. Lo que marca la gravedad del caso.
La Ley provincial 13055 denominada “Basura cero” plantea con claridad qué recursos deben destinarse para el tratamiento de residuos, en el caso de Gaboto, si el dinero no se utiliza en el tratamiento de la basura, ¿qué destino tiene? ¿En qué se invierten los 6 millones de pesos por año?