Daniel Tejeda perdió la vida en julio de 2018. Al día de hoy, no consiguen llegar a una indemnización por parte de sus empleadores, quienes lo contrataban de forma informal.
Daniel Tejeda perdió la vida en julio de 2018. Al día de hoy, no consiguen llegar a una indemnización por parte de sus empleadores, quienes lo contrataban de forma informal.
Daniel Tejeda falleció una mañana de julio del 2018 cuando cayó accidentalmente del techo de un galpón ubicado en calle Hipólito Yrigoyen al 800 en San Lorenzo, mientras realizaba tareas de mantenimiento en este inmueble que funciona como cochera.
Al día de hoy, a casi dos del fatídico desenlace, su ex pareja no consigue tener una respuesta por parte de los antiguos empleadores de su esposo. “La señora no quiere pagar, todavía lo niegan”, señaló Leonela Correa, quien detalló cómo se encuentra el juicio laboral de su fallecido ex esposo, quien perdió la vida a los 42 años de edad.
“Cuando el muere, me dijeron que ellos lo sentían mucho, pero no dieron la cara. Vamos a audiencia y no se presentan por la pandemia. En agosto, que llegamos a un arreglo, me quisieron $600.000, que no es nada. Después se estiraron a $1.000.000, y cuando quisimos cerrar nos dijeron que no quieren pagar”, explicó Correa en diálogo con Somos Familia.
“Yo quiero justicia, con la plata me podría comprar mi casa, pero lo que quiero es que a otro inocente no le pase lo mismo, porque él tendría que haber tenido por lo menos un seguro”, agregó.
La mañana en que Tejeda perdió la vida, se encontraba limpiando una parte del techo de este galpón. Tras pisar una chapa de fibra, el hombre cayó al vació y falleció en el mismo instante. “Él trabajó en muchos lugares, pero ahí trabajaba hacía dos años. Ella le prometía que lo iba a poner en blanco pero el tiempo pasaba y nada, empezó a amenazarlo que si seguía hablando lo iba a echar. Cuando él murió nos dijo que justo lo quería poner en blanco, que no se pudo hacer”, agregó Correa.
Los empleadores de Tejeda son propietarios de un hotel sobre la avenida San Martín, a la misma altura del galpón en donde ocurrió el accidente laboral. Correa sostuvo que, inclusive, su ex esposo cumplía tareas también allí debido a la relación de confianza que tenía con sus empleadores. “Él siempre cumplía con su trabajo e inclusive hacia tareas en el hotel, como doblar toallas por ejemplo”, explicó Correa.
El juicio aún continúa pero con los contratiempos que fuerza la pandemia del coronavirus, que hace que una de las partes, por ser grupo de riesgo, no se pueda presentar. “Mi abogada me dice que tenga paciencia que se va a hacer justicia, pero ya van dos años y no pasa nada”, concluyó Correa.