Una abogada de la ciudad estafó a un hombre con problemas de salud mental y ahora deberá reintegrar la propiedad.
Propiedad de dos plantas ilegalmente apropiada por medio de una estafa.
Una abogada de la ciudad estafó a un hombre con problemas de salud mental y ahora deberá reintegrar la propiedad.
Un fallo que se conoció este mes determinó que una abogada deberá devolver un importante inmueble céntrico de la ciudad de San Lorenzo por haberlo adquirido mediante una maniobra irregular en la que abusó de una persona con problemas de salud mental.
Se trata del inmueble ubicado en Avenida San Martín 1364, cuya venta en el año 2006 fue llevada a juicio por presentar irregularidades. En ese local actualmente funciona una sucursal de la red de venta de electrodomésticos Musimundo por medio de un contrato de alquiler que la firma realizó con la actual propietaria del local, la abogada María Cristina Casado.
Fue Casado quien en 2006 adquirió de manera irregular la propiedad de dos plantas -la superficie en la que funciona el comercio y la vivienda de la parte superior- que era propiedad de Ariel Dopkin, un hombre de 54 años de edad, cuyos padres habían fallecido, soltero y sin descendencia, quien sufría problemas de depresión y salud mental.
El abogado que llevó adelante el juicio en nombre de Dopkin, Juan Manuel de Iparraguirre contó a SÍNTESIS la historia que terminó con un fallo a favor de su defendido, hoy ya fallecido: “el padre de Ariel Dopkin tenía una mueblería en el local pegado a los bancos. Él padecía problemas mentales y, cuando se quedó sólo, fue vendiendo los locales que poseía, se compró un auto y la gente se aprovechaba de él. Tenía alquilado el local generando una renta con la que podía vivir cómodamente, pero la Dra. Casado se apropió de ese inmueble”.
El juicio se inició en 2011 cuando Dopkin ya sufría problemas de depresión que se agudizaron por la situación que atravesaba y finalmente, poco después, murió. Su abogado contó que “Casado se le empezó a acercar, lo invitaba a comer a su casa y él se sentía como en familia. Fue así que un día él le contó que había comprado un auto en cuotas y se lo estaban reclamando y Casado lo asustó con que podía ir preso. Como él tenía algunas debilidades mentales y no alcanzaba a comprender el acto en el cual estaba involucrado, ella le dijo que le iba a cancelar la deuda, pero que para que no le saquen los bienes tenía que pasar la casa en la que vivía a nombre suyo”.
Dr. Juan Manuel de Iparraguirre, representante en el juicio del hoy fallecido Ariel Dopkin
Según el abogado, fue en ese momento cuando Dopkin hizo una escritura a nombre de Casado por el local ubicado en avenida San Martín casi bulevar Urquiza, en la que figuraba que le habían pagado 60 mil dólares por el inmueble, cuando las tasaciones oficiales estimaban que tenía un valor cercano a un millón y medio de la misma moneda.
Según de Iparraguirre, la abogada le hizo abandonar a Dopkin su la vivienda y le alquiló un departamento mucho más chico. “Vi claramente un abuso porque había una desproporción en las prestaciones por el pago de 60 mil dólares por una propiedad tasada en ese momento en un millón doscientos mil dólares”, explicó el abogado y agregó: “el dominio que tenía la abogada sobre este hombre que no estaba en todas sus facultades para tomar estas decisiones, fue un aprovechamiento”.
De Iparraguirre explicó que producto de su estado emocional, finalmente Ariel murió y fue así que debieron acudir al testimonio de los médicos que lo habían atendido. Además, vivía en el mismo edificio que el Dr. Eduardo Ross, quien también aportó información en la causa.
Respecto al accionar de Casado, el representante de la víctima contó que “pedimos un informe sobre los antecedentes penales de esta abogada y tenía más de diez denuncias por estafa con este mismo modus operandi”.
En el fallo decretado el mes de esta semana, a casi diez años del inicio del juicio, se declaró la nulidad de la escritura pública y se ordenó la devolución del inmueble y la inscripción en el registro de la propiedad a nombre de los herederos de Dopkin, que son sus primos.
Si bien este es un fallo en primera instancia y la otra parte podría apelar, el abogado considera que con la “contundencia de los elementos probatorios que dictó esta sentencia, la Cámara no puede hacer más que confirmar este fallo”.
En este sentido remarcó que con el aporte de los testigos se considera que “hubo una maniobra y un aprovechamiento por el estado de indefensión de Ariel” y además agregó que “no tenemos constancia, por más que figure en la escritura, de que haya recibido un solo peso por parte de Casado, porque si no hubiera estado viviendo en otras condiciones”.
De Iparraguirre asegura que este es un antecedente importante para otros casos similares, de aprovechamiento por parte de profesionales sobre personas indefensas o en condiciones de salud mental que no les permiten ser conscientes de sus acciones.